El obispo de Córdoba, Jesús Fernández, ha manifestado la necesidad de regular y modular las salidas extraordinarias de las hermandades y cofradías ante el creciente número de procesiones de carácter excepcional que se vienen celebrando en la capital en los últimos años.
El prelado ha señalado que, fuera de los tiempos litúrgicos habituales —como la Semana Santa, las salidas de las hermandades de gloria o las fiestas patronales—, las procesiones que se autoricen deben conservar un carácter verdaderamente extraordinario, evitando que se conviertan en algo ordinario o recurrente.
Un reglamento consensuado con las hermandades
En este sentido, Jesús Fernández ha explicado que la diócesis se encuentra inmersa en un proceso de reflexión conjunta con las hermandades, con el objetivo de valorar los requisitos que deberán cumplir estas salidas y que podrían quedar recogidos en un reglamento específico.
Según ha indicado, esta futura normativa se elaboraría “en línea con las diócesis de nuestro entorno” y siempre escuchando las propuestas que están realizando las propias corporaciones penitenciales y de gloria.
Escucha activa y proceso sinodal
El obispo ha subrayado que este trabajo se enmarca dentro de un proceso de escucha activa, impulsado por la Delegación Diocesana de Hermandades y Cofradías, que está llevando a cabo un estudio con el fin de analizar los retos actuales de la evangelización y promover un tiempo de renovación en el mundo cofrade.
Fernández ha destacado su admiración por la labor de las hermandades, insistiendo en la necesidad de fortalecer la vivencia cristiana de la estación de penitencia, así como la participación activa en las hermandades de gloria y en la acción caritativa.
Un estudio para definir el futuro del mundo cofrade
Dentro de este camino sinodal, la Delegación Diocesana ha puesto en marcha un programa de estudio que permitirá recabar datos sobre distintos ámbitos de la vida interna de cada hermandad, además de recoger sugerencias e ideas de los propios cofrades.
A partir de los resultados, se priorizarán acciones orientadas a reforzar la celebración, la formación y la caridad, pilares fundamentales de la vida de las hermandades.
Una vez concluida la fase de recogida de datos, la Delegación celebrará un encuentro con los hermanos mayores y presidentes de agrupaciones y consejos, con el fin de compartir conclusiones y abrir un tiempo de diálogo antes de que finalice el primer trimestre de 2026.

