La Virgen de las Angustias de Granada, Patrona de la ciudad desde 1887, es una de las imágenes marianas más queridas y veneradas en Andalucía. Su llegada está envuelta en misterio y leyendas que la tradición ha transmitido de generación en generación, situándola como un verdadero símbolo de fe, devoción y protección para los granadinos.
Los orígenes de la devoción a la Virgen de las Angustias
La devoción comenzó en 1501, poco después de la Toma de Granada, en la ermita dedicada a las Santas Úrsula y Susana. Allí se veneraba un cuadro de la Piedad del pintor Francisco Chacón, donado por la reina Isabel la Católica.
En 1545, un grupo de hortelanos fundó la primera Hermandad de la Virgen de las Angustias, bajo el título de “Regla y luz de Ordenanzas de la Cofradía de las Angustias y Transfixión de Nuestra Señora y de Santa Susana y Santa Úrsula”. Desde entonces, la devoción no dejó de crecer hasta convertirse en una de las más arraigadas de Granada.
¿Quién fue el autor de la imagen?
Aunque no existe certeza absoluta, los expertos en historia del arte señalan la posible vinculación de la talla con Gaspar Becerra, destacado imaginero español del siglo XVI. Lo que sí es incuestionable es que la imagen lleva más de cinco siglos recibiendo la fe de Granada.
Las leyendas sobre la llegada de la Virgen de las Angustias a Granada
Más allá de los documentos históricos, dos leyendas populares narran cómo llegó la Virgen a Granada entre 1560 y 1566.
Dos hombres misteriosos procedentes de Toledo
Según la tradición, dos cofrades de Toledo —o quizás seres sobrenaturales— llevaron la imagen a la ermita granadina una tarde de febrero. Antes de desaparecer, dijeron: “Es una imagen tan devota y milagrosa, que será el amparo de la ciudad”.
La población de la época interpretó que estos hombres podían ser ángeles enviados por Dios o incluso los santos protectores de Granada: San Cecilio y San Pedro Mártir.
La señora que se transformó en la Virgen
Otra leyenda cuenta que una señora afligida, acompañada por jóvenes, entró en la ermita. Al final del día, cuando el ermitaño fue a cerrar, descubrió que aquella mujer no era otra que la Santísima Virgen de las Angustias, quien desde entonces quedó como Reina y Madre de Granada.
Una devoción que perdura en el tiempo
Hoy, la Virgen de las Angustias sigue siendo el gran referente espiritual de la ciudad, con más de 500 años de veneración ininterrumpida. Su historia, a medio camino entre la fe y la leyenda, ha convertido a la Patrona de Granada en un símbolo que une tradición, cultura y religiosidad popular.


