Cada madrugada del 19 de agosto, el pueblo de Almonte revive una de las tradiciones más singulares y emotivas de su historia: el Rocío Chico, una celebración profundamente religiosa que conmemora el voto de acción de gracias que el pueblo realizó en 1813 a la Virgen del Rocío por haber sido, según la fe popular, salvado de la masacre ordenada por el ejército napoleónico.
¿Qué es el Rocío Chico?
El Rocío Chico no es una romería ni una fiesta al uso. Es un acto de fe, gratitud y memoria histórica que se remonta a los años más duros de la Guerra de la Independencia (1808–1814). En agosto de 1810, las tropas francesas ocuparon Almonte y amenazaron con arrasar la villa y ejecutar a sus habitantes como represalia por la muerte del capitán Doseau, abatido por un grupo de almonteños en un acto de resistencia patriótica.
La población, atemorizada por la inminente llegada de 800 soldados franceses para ejecutar la orden de destrucción, se encomendó desesperadamente a su Patrona, la Virgen del Rocío, que entonces se encontraba en la parroquia de la localidad.
Milagrosamente, los refuerzos enemigos nunca llegaron. Las tropas fueron frenadas en Pilas, y el castigo se limitó a la detención temporal del alcalde y el vicario, liberados al día siguiente. La villa quedó a salvo.
El voto de fe de 1813
Tres años después, en 1813, los cabildos secular, eclesiástico y la Hermandad del Rocío de Almonte firmaron un voto solemne y perpetuo: acudir cada madrugada del 19 de agosto a la ermita de la Virgen del Rocío para celebrar una misa de acción de gracias, en recuerdo del favor divino recibido. Ese gesto se institucionalizó como el «Rocío Chico», en contraposición al «Rocío Grande» de Pentecostés.
Este documento histórico, redactado con gran solemnidad, relata con detalle los sucesos vividos por el pueblo, desde la ocupación de las tropas francesas hasta la milagrosa liberación de la villa. El acta resalta la fe inquebrantable del pueblo en su Virgen y el deseo de perpetuar su devoción a través de los siglos.
Rocío Chico 2025: fe, historia y devoción
En este 2025, la localidad de Almonte se prepara nuevamente para renovar su voto de gratitud a la Reina de las Marismas. La Hermandad Matriz organiza los actos con el mismo espíritu de recogimiento y solemnidad que inspiró a sus antepasados. A lo largo de la noche del 18 al 19 de agosto, se celebrarán la misa solemne en la ermita y el tradicional rezo del Santo Rosario, presididos por la Hermandad y autoridades civiles y eclesiásticas.
El Rocío Chico no solo conmemora un milagro histórico, sino que es una expresión viva de la relación materno-filial entre el pueblo almonteño y la Virgen del Rocío. Es, además, un símbolo de identidad, resistencia y espiritualidad que sigue emocionando a cada nueva generación.
A más de dos siglos de aquellos hechos, la historia sigue viva en cada almonteño que, como cada año, acude a cumplir con el voto. El Rocío Chico es, sin duda, una de las tradiciones religiosas más singulares y conmovedoras de Andalucía.

