La Hermandad de la Esperanza de Triana es una de las corporaciones más queridas de Sevilla y símbolo de la religiosidad popular del barrio trianero. Su historia hunde sus raíces en los siglos XV y XVI, ligada a gremios como el de los ceramistas y pescadores, y ha estado marcada por traslados, fusiones y momentos de esplendor que forjaron la gran devoción actual.
Los orígenes de la Hermandad de la Esperanza de Triana
En 1418 se funda en la Parroquia de Santa Ana una hermandad de luz bajo el título de la Esperanza, vinculada al gremio de los ceramistas. Según Santiago Montoto, constituye no solo la hermandad más antigua de Triana, sino una de las más antiguas de Sevilla.
Un siglo después, en 1520, el presbítero Gonzalo de Herrera instituyó una capellanía en el altar de la Virgen. En 1542 se produjo la primera fusión documentada: la Hermandad de la Esperanza se unió a la corporación de San Juan Evangelista, vinculada al gremio de pescadores.
Primeras referencias devocionales
El testamento de Juan Vidal, polvorista y vecino de Triana, fechado en 1565, menciona a la cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza establecida en el convento del Espíritu Santo, en la calle Betis. El documento refleja que ya gozaba de notable popularidad en el barrio.
En 1598, Juan Bautista Mazón, prioste de la hermandad, declaró que la corporación llevaba fundada al menos sesenta años, lo que avala su antigüedad frente a otras cofradías sevillanas.
La unión con la Hermandad de las Tres Caídas
A partir de 1616, la corporación dio un giro decisivo: la Hermandad de la Esperanza se fusionó con la de las Tres Caídas de Cristo, instalándose en el hospital del Espíritu Santo. Desde entonces, las dos devociones quedaron unidas, viviendo un periodo de gran auge en el siglo XVII.
Traslados y búsqueda de sede propia
En 1736 la Hermandad se trasladó de nuevo a la Parroquia de Santa Ana, tras ganar un pleito que le permitió llevarse enseres e imágenes. Posteriormente, en 1755, abandonó el templo a raíz del terremoto de Lisboa, pasando por diversas sedes:
- Convento de los Remedios (1756-1776).
- Capilla de la Encarnación.
- De regreso temporal al hospital del Espíritu Santo.
Finalmente, en 1815 inauguró su capilla propia en la calle Larga de Triana, un logro largamente perseguido por los hermanos.
Primera estación de penitencia a la Catedral
La primera estación de penitencia a la Catedral de Sevilla tuvo lugar en 1845, cruzando con dificultad el puente de barcas, precedente del actual de Isabel II. En las décadas posteriores, la cofradía procesionó indistintamente en Jueves o Viernes Santo.
El incendio de 1898
El 2 de mayo de 1898, un incendio en su altar dañó gravemente a la Virgen de la Esperanza. Este trágico episodio supuso un antes y un después: tras su restauración, la devoción popular se multiplicó, consolidando la importancia de la Virgen en la corporación y en el barrio.
El auge del paso de palio en el último cuarto del siglo XIX, impulsado por los Duques de Montpensier, las hermanas Antúnez y Ojeda, y la música de estilo pre-regionalista, generó una etapa de esplendor mariano que elevó aún más el culto a la Esperanza.
La Coronación Canónica de la Esperanza de Triana
El momento culminante llegó en 1984, cuando la Virgen de la Esperanza fue coronada canónicamente por bula del Papa San Juan Pablo II. La ceremonia, celebrada en la Catedral de Sevilla y presidida por el cardenal Bueno Monreal y el arzobispo Carlos Amigo Vallejo, se convirtió en un hito histórico.
La triunfal vuelta al barrio, el 2 de junio de 1984, acuñó el lema que aún hoy identifica a los trianeros con su Virgen: “Triana con su Esperanza”.


