Sevilla se prepara para dar comienzo a la Cuaresma 2025 con uno de los actos más esperados y arraigados del calendario cofrade: el Vía Crucis del Santísimo Cristo de las Cinco Llagas, organizado por la Hermandad de la Trinidad. Este rezo piadoso, que marca el Miércoles de Ceniza, 5 de marzo, tendrá lugar conforme a lo estipulado en las sagradas Reglas de la corporación y se iniciará a las 19:45, una vez finalizada la Eucaristía en el altar mayor de la Basílica de María Auxiliadora. La imagen del Cristo, una de las más veneradas de la ciudad, recorrerá las calles de la feligresía en un itinerario que promete llenar de devoción y solemnidad el arranque del tiempo cuaresmal en la capital hispalense.
El recorrido del Vía Crucis partirá desde la Basílica de María Auxiliadora y seguirá por las calles Madre Isabel de la Trinidad, Santa Lucía, Plaza del Pelícano, Enladrillada, Santa Paula, Siete Dolores de Nuestra Señora, Socorro, Plaza de San Román, Sol y regresará por Madre Isabel de la Trinidad hasta María Auxiliadora, donde está prevista la entrada tras completar las catorce estaciones. Este trayecto, que atraviesa algunos de los rincones más emblemáticos del barrio, permitirá a los fieles acompañar al Santísimo Cristo de las Cinco Llagas en un acto de oración y reflexión, evocando las heridas de la Pasión de Cristo en un entorno cargado de historia y tradición sevillana.
Además del Vía Crucis, la hermandad ha dispuesto momentos especiales para la veneración de su Titular. Ese mismo Miércoles de Ceniza, de 17:00 a 19:00, el Santísimo Cristo estará expuesto en el Altar Mayor de la Basílica de María Auxiliadora, ofreciendo a los devotos una oportunidad para la oración personal antes del rezo procesional. Posteriormente, el sábado 8 de marzo, la imagen se trasladará a la capilla de la hermandad para un devoto besapiés, que se desarrollará en horario de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 19:30, mientras que el domingo 9 de marzo estará disponible de 17:00 a 19:30. Estos cultos, que se extenderán durante el fin de semana, permitirán a los sevillanos acercarse al Cristo de las Cinco Llagas, una talla que desde hace siglos despierta una profunda devoción en la ciudad.


