El próximo viernes 7 de marzo, a partir de las 20:00 horas, la localidad de Loja vivirá un emotivo Viacrucis ecuménico que partirá desde la Iglesia Parroquial de San Gabriel. En esta significativa procesión, el Cristo de la Esperanza recorrerá las calles de la ciudad en un acto de profunda devoción y unión entre las tres parroquias lojeñas. La celebración contará con la participación activa de las Hermandades y Cofradías, con la coordinación de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Loja, fortaleciendo así el sentimiento de comunidad y fe entre los fieles.
Este Viacrucis se inscribe dentro de los actos extraordinarios organizados con motivo del Año Jubilar 2025, también denominado Año de la Esperanza, convocado por Su Santidad el Papa Francisco. Durante este período sagrado, los creyentes están llamados a la reconciliación y la indulgencia, siguiendo los principios que la Iglesia nos ofrece para renovar nuestra fe y compromiso espiritual. El Jubileo representa una ocasión única para fortalecer la relación con Dios, acercándonos a la santidad y contribuyendo a un mundo transformado por la fe. En palabras del Sumo Pontífice, este año santo debe ser «fermento de auténtica esperanza, presagio de cielos nuevos y de una tierra nueva donde los hombres y mujeres habiten en justicia y armonía, en la espera gozosa del cumplimiento de las promesas del Señor».
El itinerario previsto para el Viacrucis ecuménico incluirá los siguientes puntos de recorrido: salida desde la Iglesia Parroquial de San Gabriel, continuando por la Calle Sin Casas, Plaza Joaquín Costa, Calle Las Tiendas, Calle Duque de Valencia, Carrera de San Agustín, Cuesta Campos, retornando nuevamente por la Plaza Joaquín Costa y Calle Sin Casas hasta llegar de regreso a su templo.
Desde la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Loja se hace un llamado a toda la comunidad para que se una a esta significativa manifestación de fe, acompañando el recorrido con oración y el encendido de velas. La participación en este Viacrucis no solo refuerza el compromiso espiritual de los asistentes, sino que también simboliza la unidad de la comunidad cristiana en este año tan especial. Que esta expresión de devoción y penitencia sea un testimonio vivo de esperanza y renovación para todos los fieles.


