Fuerte rechazo de la Iglesia y los católicos de Barcelona al cartel oficial de las Fiestas de la Merced 2025
La polémica vuelve a sacudir las Fiestas de la Virgen de la Merced, patrona de Barcelona. El cartel y vídeo promocionales de la edición 2025 han desatado un profundo malestar en la comunidad católica por lo que se considera una burla directa a la figura de la Virgen María. Tanto el Arzobispado como representantes de distintas entidades cristianas han expresado su rechazo al enfoque laicista y provocador del Ayuntamiento, presidido por Jaume Collboni (PSC).
En un comunicado oficial, el Arzobispado de Barcelona lamentó que los elementos visuales de la campaña incluyan “símbolos religiosos utilizados de forma irreverente con intención de ridiculizar la imagen de la Virgen”. En concreto, se hace referencia al uso de un retablo y una corona en contextos que, según la Iglesia, buscan socavar el respeto y la devoción que inspira la patrona de la ciudad.
Esta no es la primera vez que el consistorio genera controversia en torno a las fiestas de raíz cristiana. Bajo el mandato del socialista Jaume Collboni —en línea con el de su predecesora Ada Colau— se han suprimido actos tradicionales como la misa pontifical o el belén navideño en la plaza Sant Jaume. A pesar de ello, el propio Collboni asistió en 2024 a la misa de la Merced, un acto que su propio equipo había excluido del programa oficial.
El cartel de este año ha sido la gota que ha colmado el vaso para muchos ciudadanos, entre ellos el párroco de la Basílica de la Mare de Déu de la Mercè, Fermín Delgado, quien ha denunciado que las fiestas están siendo utilizadas “como excusa para ofender los sentimientos religiosos de numerosos barceloneses”. Delgado subraya además que “los católicos también contribuimos con nuestros impuestos a financiar este tipo de campañas institucionales que nos hieren profundamente”.
La plataforma cristiana Corrent Social Cristià, liderada por Josep Miró i Ardèvol, también ha expresado su oposición, acusando al gobierno municipal de mantener una “línea continuada de desprecio hacia la fe cristiana en Cataluña”. En sus redes sociales, la organización denuncia que “la irreverencia hacia la Virgen es atribuible a Jaume Collboni, ya sea por acción directa o por su incapacidad para frenar a un gobierno que actúa con una clara hostilidad hacia el catolicismo”.
El contexto histórico de la Virgen de la Merced refuerza el malestar. Esta advocación mariana, profundamente arraigada en la ciudad desde 1218, está vinculada a la fundación de la Orden de los Mercedarios, nacida con el impulso de San Pedro Nolasco, San Ramón de Peñafort y el rey Jaime I, con la misión de liberar cautivos cristianos.
Las críticas apuntan a una estrategia sostenida en el tiempo por parte del Ayuntamiento, en la que se privilegia una visión laica excluyente que, según denuncian las voces religiosas, “no respeta la pluralidad ni la historia espiritual de Barcelona”.
A nivel político, Jaume Collboni gobierna con el respaldo de BComú (9 concejales) y ERC (5 concejales), mientras que su propio grupo (PSC) cuenta con 10 ediles en un pleno de 41. Este gobierno de coalición es señalado por varias entidades como responsable directo de un enfoque institucional que “ofende gratuitamente a miles de barceloneses que veneran a su patrona”.
La controversia parece lejos de terminar y amenaza con marcar, una vez más, las celebraciones de una de las fiestas más emblemáticas de la capital catalana.


