La Hermandad de la Soledad de Isla Cristina se encuentra en el foco de la actualidad cofrade tras la presentación de los estrenos previstos con motivo de su 50.º aniversario fundacional, que culminará el próximo 6 de septiembre con una salida extraordinaria.
Entre las nuevas piezas destacan un manto de salida y una saya, donadas por hermanos de la corporación. Sin embargo, el entusiasmo inicial se ha visto empañado por las críticas que circulan en redes sociales, donde se apunta a un posible plagio de diseños de reconocidos bordadores andaluces.
Diseños que resultan familiares
Los comentarios señalan que el manto guarda una semejanza prácticamente exacta con el realizado en 2024 por José Antonio Grande de León para la Virgen de la Soledad de Gerena, una obra que incluso fue expuesta en el Círculo Mercantil de Sevilla.
En cuanto a la saya, los cofrades detectan similitudes evidentes con la confeccionada en 2018 por José Muñoz Moreno para la Virgen de la Victoria de las Cigarreras, estrenada en la coronación canónica de la dolorosa hispalense.
La hermandad isleña, por ahora, no ha aclarado públicamente el origen de estas piezas, lo que ha alimentado las sospechas de que puedan proceder de los conocidos talleres pakistaníes de bordado.
Un debate abierto en el mundo cofrade
El recurso a estos talleres, que ofrecen trabajos a bajo coste y en plazos muy reducidos, no es nuevo. Su proliferación preocupa al sector del arte sacro, ya que en muchas ocasiones reproducen sin permiso diseños de bordadores españoles.
Aunque el precio es más asequible, la calidad de los materiales y la fidelidad artística distan mucho de las obras originales.
La Asociación Gremial de Arte Sacro, presidida por Francisco Carrera Iglesias ‘Paquili’, ha alertado en numerosas ocasiones sobre esta práctica, que califica de “competencia desleal” y de auténtico “peligro para el patrimonio cofrade”.

