Jesús Nazareno de Alcalá de Guadaíra recibirá la cruz pectoral del cardenal Miguel Ángel Ayuso, un gesto de profunda devoción y vínculo espiritual entre el cardenal sevillano y la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, referente religioso del pueblo alcalareño. Esta cruz pectoral, que perteneciera al cardenal fallecido en noviembre pasado, formará parte del ajuar de la imagen, cumpliendo así su última voluntad manifestada a su familia.
La Hermandad de Jesús Nazareno ha rendido homenaje a la figura del cardenal a través de un emotivo obituario en el que destacan su compromiso misionero y su incansable labor de evangelización en Asia y África. Vinculado a otras hermandades como el Baratillo, Pasón y la Macarena, el cardenal Ayuso mostró un profundo interés por las obras de caridad de la Hermandad de Jesús Nazareno, especialmente el ropero de la Virgen del Socorro, visitando en varias ocasiones sus instalaciones y conociendo de cerca la labor humanitaria que allí se desempeña. Su relación con la corporación se consolidó en 2019, cuando presidió la Función Principal de Instituto, sintiéndose profundamente acogido por la comunidad alcalareña, lo que le llevó a ingresar como hermano de la cofradía. En 2022, ya como cardenal, volvió a presidir esta misma ceremonia.
El legado de Miguel Ángel Ayuso Guixot es el de un hombre dedicado a la fe, la teología y el diálogo interreligioso. Nacido en 1952 en el sevillano barrio de Heliópolis, fue educado en el Colegio San Antonio María Claret y se formó en Derecho en la Universidad de Sevilla. En 1973 ingresó en la congregación de los Misioneros Combonianos del Sagrado Corazón de Jesús, realizando su profesión perpetua en 1980 y siendo ordenado sacerdote ese mismo año. Su vocación misionera lo llevó a Egipto y Sudán, donde desempeñó una intensa labor pastoral, enfrentándose a la guerra civil sudanesa y al fundamentalismo islámico, lo que incluso puso en peligro su vida.
Su vasta formación académica lo llevó a obtener una licenciatura en Estudios Árabes e Islámicos en el Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos de Roma (PISAI) y un doctorado en Teología Sistemática y Dogmática por la Universidad de Granada. Posteriormente, desarrolló una distinguida carrera docente, llegando a ser director y presidente del PISAI. En 2012, el Papa Benedicto XVI lo nombró secretario del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, y en 2019, el Papa Francisco lo elevó al cardenalato, consolidándose como una de las figuras más relevantes en la promoción del diálogo interreligioso entre cristianos y musulmanes. Su labor fue crucial en la reanudación del diálogo con la mezquita Al-Azhar de El Cairo, interrumpido desde 2011, y en la firma del Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común.
Fallecido el 25 de noviembre de 2024 en el Hospital Gemelli de Roma a los 72 años, su legado perdura no solo en la Iglesia católica, sino también en el seno de la comunidad musulmana, siendo reconocido en 2023 con el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Islámica de Yakarta. Su deseo de que la cruz pectoral que llevó durante su ministerio pase ahora a la imagen de Jesús Nazareno de Alcalá de Guadaíra es un símbolo de su profunda fe y amor por esta devoción, dejando un recuerdo imborrable en la historia de la hermandad y la religiosidad popular.
En su memoria, la Hermandad de Jesús Nazareno celebrará este viernes una misa funeral en su honor, en la que hermanos y devotos podrán rendirle homenaje y agradecer su dedicación a la fe y al diálogo interreligioso, valores que marcaron su vida y su ministerio.