La parroquia de San Juan Bautista de Gibraleón ha presentado hoy la recuperación integral de una de sus obras más antiguas y valiosas: la imagen gótica del titular del templo. La intervención, desarrollada por la restauradora sevillana Sheila Criado, devuelve a la pieza la presencia que perdió tras décadas de abandono y exposición a la intemperie.
Un proyecto largamente esperado
La talla, atribuida al siglo XV y realizada en madera de conífera, llevaba años reclamada por especialistas que insistían en la necesidad de salvaguardarla. La parroquia y varias entidades locales impulsaron un proyecto conjunto que finalmente tomó forma tras la firma del encargo con Sheila Criado, cuyo taller en Castilleja de la Cuesta ha sido sede de un proceso especialmente complejo.
Una obra marcada por el deterioro
Cuando la restauradora recibió la pieza, el diagnóstico no podía ser más alarmante: solo conservaba un pequeño porcentaje de su policromía y presentaba daños severos por humedad, ataques de insectos y fracturas estructurales. La prolongada estancia de la imagen en una hornacina exterior había acelerado un deterioro que, según varios profesionales, hacía aconsejable crear una copia y reservar el original sin tocar. Criado decidió afrontar el reto.
Un proceso técnico de más de tres años
El tratamiento ha sido uno de los más largos y minuciosos desarrollados en la localidad. Entre las fases más destacadas se encuentran:
- Dos procesos completos de anoxia, indispensables debido al fuerte ataque de xilófagos.
- Limpieza superficial y consolidación de la policromía, extremadamente frágil.
- Saneamiento de grietas y pérdidas, sustituyendo elementos metálicos oxidados que comprometían la estabilidad.
- Reintegración cromática y estucado, siguiendo criterios reversibles y diferenciadores.
- Barnices de protección, aplicados para garantizar uniformidad y conservación a largo plazo.
El estudio previo incluyó incluso un TAC clínico, realizado por el Hospital Nisa Aljarafe, que permitió conocer la estructura interna de la talla y confirmar su calidad artesanal: una escultura ahuecada, tallada en una sola pieza y con restos de estofados del siglo XVIII.
La pieza vuelve a su lugar en la historia
Una vez finalizada la restauración, la parroquia prevé situar la imagen en el arcosolio renacentista del siglo XVI, recuperado recientemente y preparado para acoger la talla como correspondía al antiguo titular del templo. Este arcosolio, mandado construir por el marqués de Gibraleón, se convertirá en un punto central del presbiterio tras su próxima intervención de conservación.
Un proyecto global para la Matriz de Gibraleón
La recuperación del San Juan Bautista es solo una parte de un programa más amplio que incluye actuaciones en la torre mudéjar, la torre actual, las campanas, las vidrieras, la capilla sacramental y otros elementos históricos del templo. La restauración presentada hoy supone un importante paso adelante en ese plan integral de puesta en valor del patrimonio de Gibraleón.


