La ciudad de Cádiz vuelve a ser testigo de una creación única en el ámbito del arte sacro. Una joven escultora e imaginera gaditana ha dado a conocer su última obra: un sobrecogedor grupo escultórico del Santo Entierro, concebido como uno de sus proyectos más personales y ambiciosos hasta la fecha.
El trabajo no solo busca reproducir con fidelidad la escena del Calvario, sino transmitir la intensidad emocional de aquel momento histórico. Para lograrlo, la artista ha combinado técnicas tradicionales de escultura con recursos digitales que recrean un ambiente lleno de dramatismo, con juegos de luz, tormenta y atmósfera que dotan de vida a cada figura.
Un relato de fe en cada personaje
La composición del Santo Entierro está cargada de simbolismo y sentimiento. Cada personaje se convierte en un reflejo íntimo de la relación con Jesús:
- Nicodemo representa la sabiduría iluminada en medio de la oscuridad.
- José de Arimatea aporta la piedad al preparar con esmero el lino para envolver el cuerpo del Señor.
- San Juan encarna la lealtad inquebrantable, desde la Última Cena hasta el Gólgota.
- María, Madre de Jesús, aparece sostenida por el amor infinito que la une a su Hijo.
- María Cleofás refleja la entrega absoluta al servicio de Cristo.
- María Magdalena muestra la fuerza del perdón, simbolizado en la mano que la levanta de sus pecados.
Cada detalle ha sido diseñado para provocar un diálogo directo entre la obra y el espectador, buscando que la materia se transforme en emoción y la escultura en un espacio de contemplación personal.
Del dramatismo a la esencia
La autora subraya que, más allá de la espectacularidad de los efectos visuales, la verdadera fuerza de la obra reside en la cercanía. En la luz que acaricia los volúmenes, en el lamento contenido de un rostro o en la tensión de unas manos que lo han perdido todo. El grupo escultórico invita a un viaje íntimo hacia la esencia del Santo Entierro, donde cada gesto habla con voz propia.
Con esta obra, la artista gaditana da un paso más en la renovación del arte sacro contemporáneo, uniendo la tradición heredada de siglos con nuevas herramientas capaces de amplificar la fuerza espiritual de la escultura.


