La Real, Ilustre y Venerable Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús de la Salud, María Santísima de la Esperanza y Nuestra Señora del Amor Hermoso vive desde hoy unos días de especial intensidad devocional con la celebración de los cultos en honor a María Santísima de la Esperanza, enmarcados en la festividad de la Expectación del Parto de Nuestra Señora y en la clausura del Año Santo Jubilar 2025.
Solemne Triduo en Santo Domingo
Los cultos comienzan este miércoles 10 de diciembre en la iglesia conventual de Nuestra Señora del Rosario y Santo Domingo, sede canónica de la corporación gaditana. El Solemne Triduo de la Expectación del Parto se celebrará los días 10, 11 y 12 de diciembre, dando comienzo cada jornada a las 19:30 horas.
El orden de cultos será el tradicional: rezo del Santo Rosario, ejercicio del Triduo y celebración de la Santa Misa con homilía, que estará presidida por el Rvdo. Padre Fray Pascual Saturno Medina O.P., prior del Convento de Santo Domingo y director espiritual de la cofradía.
Como culminación de estos cultos, el sábado 13 de diciembre, a las 20:00 horas, tendrá lugar la Función Solemne en honor de María Santísima de la Esperanza, uno de los momentos más relevantes del calendario anual de la hermandad.
Traslado extraordinario a la Iglesia de San Juan de Dios
Dentro de los actos programados con motivo del Jubileo, la cofradía ha anunciado un traslado extraordinario de su titular mariana. El viernes 20 de diciembre, a las 19:15 horas, María Santísima de la Esperanza será trasladada desde el convento de Santo Domingo hasta la Iglesia de San Juan de Dios, un enclave de profundo significado asistencial y espiritual para la ciudad de Cádiz.
Al día siguiente, domingo 21 de diciembre, a las 11:30 horas, la Virgen presidirá la Santa Misa junto a los mayores de la residencia de San Juan de Dios, en un gesto cargado de cercanía, consuelo y sentido pastoral.
Regreso en Rosario vespertino
Ese mismo domingo 21 de diciembre, a las 19:30 horas, dará comienzo el rezo del Santo Rosario por las calles de la feligresía, acompañando a la Virgen de la Esperanza en su regreso al convento de Santo Domingo, poniendo así el broche final a un fin de semana especialmente emotivo para los hermanos y devotos de las Cigarreras.


