La Hermandad de la Esperanza de Triana ha anunciado la adquisición de una valiosa pintura barroca, datada en torno a mediados del siglo XVII, que se suma al rico patrimonio artístico y devocional de la corporación. La pieza, de gran interés histórico e iconográfico, ha sido seleccionada con el asesoramiento del profesor José Fernández López, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla.
Una joya anónima del Barroco español
La obra, un lienzo anónimo de escuela española, mide 102,5 x 81,5 centímetros y representa a la Virgen de la Esperanza, Expectación del Parto o de la O. Destaca por su dibujo sobrio, su colorido matizado y la riqueza de sus detalles suntuarios, que refuerzan el carácter devocional de la imagen.
La advocación de la Esperanza en Sevilla
La corporación ha recordado que la advocación de la Esperanza es una de las más queridas en Sevilla. Antiguamente, los marineros la invocaban como guía y protección, mientras que las mujeres embarazadas acudían a Ella para encomendarse a un parto dichoso.
La iconografía de la Virgen de la O posee un trasfondo teológico complejo, que enlaza la virtud de la Esperanza con pasajes del Apocalipsis de San Juan, la tradición litúrgica y la historia de la Redención. De hecho, durante la Edad Media dio origen a una fiesta litúrgica propia el 18 de diciembre, vinculada tanto al vientre abombado de María como a la exclamación jubilosa “Oh” de las antífonas del Magníficat previas a la Navidad.
Aunque tras el Concilio de Trento algunas representaciones explícitas de la Virgen encinta desaparecieron, la devoción nunca se perdió. Se mantuvo viva en España y América, llegando incluso a inspirar a Pedro Pablo Rubens en su célebre Visitación del Tríptico del Descendimiento de la Catedral de Amberes (1612).
Una iconografía de gran hondura teológica
La pintura adquirida por la Esperanza de Triana combina en una misma escena las iconografías de la Inmaculada Concepción, la Mujer apocalíptica, la Esperanza, la Expectación y la Virgen de la O.
La Virgen aparece en el centro, con túnica jacinto y manto azul, coronada con halo de estrellas y rodeada de resplandores. Sus pies reposan sobre la luna mientras aplastan al dragón, símbolo del pecado. A los lados, ángeles incensantes enmarcan la composición. En la parte superior, figuran Dios Padre, la Paloma del Espíritu Santo y un coro de querubes, completando una visión trinitaria en la que incluso el Niño Jesús es visible en el seno de María como Sagrario viviente.
Un nuevo faro de fe para Triana
Con esta adquisición, la Hermandad de la Esperanza de Triana no sólo enriquece su patrimonio artístico, sino que ofrece a sus hermanos y devotos una obra destinada al culto, llamada a convertirse en símbolo de espiritualidad y esperanza para la corporación y para todo el barrio de Triana.


