La Hermandad de la Pollinica de Málaga ha mostrado su “más firme condena” tras el ataque sufrido por el mosaico de su Sagrado Titular en la céntrica calle Carretería, ubicado en un inmueble destinado a alquiler. El incidente, calificado como un acto vandálico, ha generado una ola de indignación entre hermanos, devotos y vecinos de la zona.
Un ataque al patrimonio religioso y cultural
En un comunicado oficial, el Hermano Mayor y la Junta de Gobierno lamentan que este tipo de hechos no solo afectan a un bien de gran valor histórico, artístico y religioso, sino que además “hieren profundamente la sensibilidad de los fieles y atentan contra la convivencia y el respeto que deben regir en nuestra sociedad”.
La corporación nazarena ha pedido a la ciudadanía una respuesta unánime de rechazo hacia estas conductas, subrayando que “en nada representan los valores de paz, fraternidad y respeto que promueve la Hermandad de la Pollinica”.
Llamamiento a las autoridades
La hermandad ha expresado su confianza en que las autoridades competentes investiguen lo sucedido y adopten las medidas necesarias para evitar que se repitan episodios similares en el futuro. Asimismo, ha reiterado su compromiso de seguir trabajando “por la fe, la tradición y la convivencia, pilares esenciales de nuestra vida cofrade”.
La reacción del grupo joven de la Pollinica
El grupo del Submarino de la Pollinica fue el primero en denunciar lo ocurrido a través de sus redes sociales, mostrando una repulsa contundente y reclamando a los responsables políticos la misma eficacia que exige la propia hermandad.
Aunque confirmaron que el retablo no ha sufrido daños irreparables, lo celebran con cautela, advirtiendo de que esta situación no puede repetirse: “Supone una violación de nuestro patrimonio”, señalaron.
Un episodio que reabre el debate sobre la protección del patrimonio cofrade
No es la primera vez que ocurren hechos similares en torno a mosaicos y retablos en espacios públicos y privados. Este ataque vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de reforzar las medidas de protección del patrimonio religioso en Málaga, en especial en enclaves tan transitados como Carretería, eje clave de la Semana Santa malagueña.


