La Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de las Angustias, conocida popularmente como Los Javieres, ha convocado a sus hermanos a un Cabildo General Extraordinario que se celebrará el próximo 26 de marzo a las 20:45 horas. El objetivo principal de esta reunión es someter a votación un cambio histórico: el traslado de su sede canónica desde la Parroquia de Omnium Sanctorum, donde reside desde hace décadas, al Templo de los Jesuitas en la calle Jesús del Gran Poder, su lugar fundacional.
Un retorno a los orígenes
El cambio de sede supone un regreso al espacio donde la hermandad fue fundada en 1955, antes de su traslado a Omnium Sanctorum en 1962 tras la fusión con la Sacramental de dicho templo. El Templo de los Jesuitas, conocido como la Iglesia del Sagrado Corazón, fue el hogar original de esta cofradía del Martes Santo sevillano, y su vuelta responde a un anhelo largamente acariciado por muchos hermanos. La propuesta busca recuperar esa raíz histórica y fortalecer la identidad de Los Javieres en un entorno emblemático del centro de Sevilla.
Además del cambio de sede, el cabildo incluirá un segundo punto en el orden del día: autorizar a la junta de gobierno a proseguir con las gestiones necesarias para hacer efectivo este traslado. Esto incluye negociaciones con el Arzobispado de Sevilla y la Compañía de Jesús, propietaria del templo, así como la planificación logística para el movimiento de los titulares —Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de las Angustias— y los enseres de la hermandad.
Contexto y expectativas
El anuncio llega en un momento de reflexión para Los Javieres, que en los últimos años ha trabajado por consolidar su proyecto tras periodos de inestabilidad. La Parroquia de Omnium Sanctorum, ubicada en la calle Feria, ha sido su hogar durante más de seis décadas, pero las limitaciones de espacio y las posibilidades que ofrece el Templo de los Jesuitas —un edificio de mayor amplitud y con una ubicación estratégica cerca de la Plaza del Duque— han motivado esta propuesta. La iglesia jesuita, cerrada al culto desde 1965 y actualmente en proceso de restauración, podría convertirse en un nuevo punto de referencia cofrade si el traslado se aprueba.
Un cabildo decisivo
El cabildo del 26 de marzo será decisivo para el futuro de la hermandad. La junta de gobierno, encabezada por su hermano mayor, espera un respaldo mayoritario para dar luz verde a este cambio, que no solo implica una mudanza física, sino también un proyecto de revitalización para Los Javieres. La posibilidad de regresar a su cuna original ha generado ilusión entre los hermanos, aunque también plantea retos logísticos y económicos que deberán abordarse en los próximos meses.


