En pleno marco de la conmemoración por el quinto centenario de la Hermandad Sacramental de San Miguel, la Hermandad del Santo Crucifijo ha anunciado un importante hallazgo documental que sitúa el origen oficial de esta corporación sacramental en el año 1512, reafirmando su papel como una de las más antiguas de la diócesis.
Un descubrimiento que reescribe la historia
El dato ha sido validado por el Obispado de Asidonia-Jerez a través de un escrito remitido el pasado 13 de mayo por el vicario general, don Roberto Romero, donde se reconoce que la hermandad ya existía como entidad jurídica en el año 1512. Esta actualización histórica ha sido fruto de un minucioso trabajo de investigación realizado por historiadores locales, entre ellos Manuel Romero Bejarano y Javier Jiménez López de Eguileta, quienes han consultado archivos municipales para documentar con precisión el origen de esta corporación.
El hallazgo clave fue un testamento fechado el 23 de noviembre de 1512, en el que una feligresa, Leonor Bernal, menciona explícitamente a la “Cofradía y Hermandad del Cuerpo y Sangre de Jesucristo nuestro Señor en el Augusto y Admirable Sacramento del Altar”. En dicho documento, la testadora deja una manda a la Hermandad Sacramental de San Miguel para asegurar la presencia continua de cera encendida en el Sagrario de la parroquia, evidencia que confirma la actividad y reconocimiento de la hermandad en esa fecha.
Más de cinco siglos de devoción sacramental
La Hermandad Sacramental de San Miguel, actualmente fusionada desde hace más de cinco décadas con la Hermandad del Santo Crucifijo, se integra así con pleno derecho entre las más antiguas instituciones eucarísticas de Andalucía. Aunque no se ha determinado con exactitud la fecha de su fundación, el nuevo reconocimiento de 1512 establece un marco mínimo de antigüedad documentada que supera los cinco siglos.
Este hecho cobra especial relevancia en un mes tan litúrgicamente significativo como junio, cuando la cofradía celebra sus cultos eucarísticos y prepara la tradicional Procesión de Minerva, que este año recuperará una antigua custodia propiedad de la Catedral, usada en tiempos pasados por esta misma hermandad.

