A medida que se acerca la Semana Santa de 2025, que se celebrará del 13 al 20 de abril, las miradas de cofrades, turistas y ciudadanos andaluces se elevan al cielo con una mezcla de esperanza y preocupación. Las primeras previsiones meteorológicas para esta festividad tan arraigada en la región apuntan a un escenario de inestabilidad que podría traer consigo lluvias, especialmente en los primeros días, según indican expertos y modelos climáticos.
El meteorólogo linense Juan Antonio Salado, miembro de la Asociación Meteorológica Española, ha compartido un análisis preliminar basado en las proyecciones del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo (ECMWF). Según sus observaciones, el debilitamiento del viento zonal en la estratósfera, consecuencia de un reciente calentamiento súbito estratosférico, podría favorecer patrones atmosféricos inestables en el sur de Europa. Esto se traduciría en una mayor probabilidad de precipitaciones en Andalucía, particularmente en la zona occidental, durante el inicio de la Semana Santa. «Las señales actuales apuntan a un riesgo de inestabilidad y lluvias, sobre todo entre el Domingo de Ramos y el Lunes Santo, aunque la incertidumbre sigue siendo alta y los patrones pueden evolucionar», señaló Salado.
Por su parte, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) también ha adelantado algunas tendencias para el mes de abril. En su pronóstico estacional, indica que la semana previa a la Semana Santa, del 7 al 13 de abril, podría registrar precipitaciones por encima de lo normal en gran parte de la Península, incluyendo Andalucía. Para el periodo festivo propiamente dicho, del 14 al 20 de abril, las anomalías positivas de lluvia persisten, aunque con una ligera disminución en intensidad hacia el final de la semana. «Es aún pronto para afinar el pronóstico día a día, pero las condiciones apuntan a un tiempo variable, con temperaturas más frescas de lo habitual y riesgo de chubascos», explican desde AEMET.
Este panorama meteorológico genera inquietud entre las hermandades andaluzas, cuyos preparativos para las procesiones podrían verse afectados. En ciudades como Sevilla, Málaga o Cádiz, donde la Semana Santa es un evento cultural y religioso de primer orden, la lluvia representa una amenaza para los desfiles procesionales, que en muchos casos se suspenden ante la mínima presencia de agua para proteger los valiosos pasos y tallas. «Estamos atentos a las previsiones y confiamos en que, si llueve, sea de forma pasajera», comenta un miembro de una cofradía sevillana.
A nivel climático, la primavera en Andalucía es conocida por su carácter cambiante, y abril no es una excepción. Los datos históricos muestran que la probabilidad de lluvia en estas fechas oscila entre el 25% y el 35% en provincias como Sevilla, Granada o Málaga, según análisis basados en tendencias de años anteriores. Sin embargo, la intensidad y distribución de las precipitaciones dependerán de la evolución de los sistemas atmosféricos en las próximas semanas.
Mientras tanto, los expertos recomiendan a los ciudadanos y visitantes seguir de cerca las actualizaciones meteorológicas conforme se acerque la fecha. «A un mes vista, las previsiones son indicativas, pero a partir de mediados de marzo podremos ofrecer detalles más precisos», concluye Salado. Por ahora, la Semana Santa de 2025 en Andalucía se perfila como un evento que, además de devoción y tradición, estará marcado por la incertidumbre del tiempo, un factor que, año tras año, pone a prueba la paciencia y la fe de quienes la viven intensamente.

