El próximo 17 de mayo de 2025, Roma será testigo de un acontecimiento sin precedentes en la historia cofrade cuando la Virgen de la Esperanza de Málaga y el Santísimo Cristo de la Expiración, conocido como ‘El Cachorro’ de Sevilla, encabezarán la Gran Procesión del Jubileo de las Cofradías, un evento que reunirá a miles de católicos del 16 al 18 de mayo en el marco del Año Jubilar impulsado por el Vaticano bajo el lema “Peregrinos de Esperanza”. A menos de tres meses de esta cita histórica, Paloma Saborido, coordinadora del evento, revela en COPE Málaga detalles inéditos que prometen emocionar a los devotos andaluces: desde un traslado secreto bajo máxima seguridad hasta la ausencia de nazarenos y la presencia de bandas de música que llevarán los sones de la Semana Santa al corazón de la capital italiana, pasando por un recorrido repleto de simbolismo que incluye el Coliseo, la Vía de San Gregorio, el Circo Máximo y el Arco de Constantino, escenarios donde se forjaron las raíces del cristianismo.
La organización ha trabajado minuciosamente cada aspecto de esta procesión única, que no contará con nazarenos para preservar su esencia penitencial ligada a la Semana Santa, aunque sí incluirá hermanos con velas, un guiño a la tradición sin perder el carácter universal del evento. “No llevaremos nazarenos porque su lugar está en la estación de penitencia de nuestras ciudades”, explica Saborido, destacando que la procesión será una muestra de unidad entre Málaga y Sevilla, sin rivalidades, con las hermandades del Cachorro y la Esperanza coordinando insignias y detalles del cortejo en perfecta armonía. El traslado de las imágenes, un operativo de alta seguridad, se mantiene en secreto por recomendación de expertos: “Hemos contratado una empresa especializada en transporte de obras de arte, y los tronos viajarán desmontados desde Málaga y Sevilla para ensamblarse en Roma”, añade, subrayando la meticulosa planificación para garantizar que las tallas lleguen intactas. La música, elemento imprescindible, resonará con fuerza gracias a la banda tradicional del Cachorro y la banda de la Esperanza, que interpretará marchas emblemáticas de la Semana Santa malagueña, asegurando que el alma andaluza acompañe cada paso de esta peregrinación.
La Gran Procesión será precedida por una ‘preprocesión’ con imágenes de Francia, Portugal, Italia y el Vaticano, como tres Cristos crucificados, la Madonna Dolorata y Santa Ana, reflejo de la diversidad cofrade mundial tras recibir solicitudes de más de 1.600 hermandades, una cifra que obligó al Vaticano a limitar la participación ante la imposibilidad logística de acogerlas todas, dejando al Ayuntamiento de Roma “con los pelos como escarpias”, según relata Saborido con humor. El recorrido por los lugares más icónicos de Roma, donde la fe cristiana se consolidó hace siglos, añade un simbolismo único a esta iniciativa impulsada por Monseñor Rino Fisichella, quien vio en la Virgen de la Esperanza el broche ideal para el lema jubilar. Entre las anécdotas, destaca la preocupación de una devota malagueña que temía que el Papa Francisco, cautivado por la belleza de la Virgen, quisiera retenerla, a lo que Saborido respondió con firmeza: “Si el Papa se la quiere quedar, la traemos de vuelta por la noche”. Con los últimos detalles afinándose en reuniones con el Vaticano y el consistorio romano, esta procesión no solo llevará la Semana Santa andaluza al epicentro del catolicismo, sino que marcará un hito histórico que unirá a Málaga, Sevilla y Roma en una manifestación de fe, arte y devoción que resonará globalmente en mayo de 2025.


