La Virgen de la Merced, imagen de profunda devoción en la ciudad de Córdoba y cotitular de la hermandad homónima, presidirá en la Santa Iglesia Catedral la misa del Jubileo de la Pastoral Penitenciaria, un evento de gran significado dentro de las celebraciones del Año Jubilar. Este acontecimiento tendrá lugar el próximo 14 de septiembre, fecha en la que la imagen será trasladada en parihuela hasta el primer templo de la diócesis en el marco del tradicional rosario de la aurora que la cofradía organiza anualmente con motivo de la festividad de la Merced. Este acto congregará a numerosos fieles y devotos que acompañarán a la sagrada imagen en su camino hacia la Catedral, reforzando así el vínculo entre la Pastoral Penitenciaria y la advocación mercedaria, que históricamente ha estado ligada a la redención de cautivos.
Para preparar este magno acontecimiento, la hermandad ha diseñado un completo ciclo de conferencias formativas que se desarrollarán en la casa hermandad y que abordarán distintos aspectos de la devoción mercedaria, su influencia en la historia de la Pastoral Penitenciaria y el papel de la Iglesia en el acompañamiento de los reclusos. La primera de estas conferencias se llevará a cabo en Cuaresma y estará a cargo de Jesús Sánchez Cabezas, vicario parroquial de la iglesia de San Antonio de Padua, quien abordará la importancia del compromiso cristiano en la atención a los privados de libertad. Posteriormente, el 8 de mayo, el trinitario Sergio García, capellán del Centro Penitenciario de Córdoba, ofrecerá una ponencia sobre el papel de la Iglesia dentro de los centros penitenciarios y los programas de acompañamiento espiritual. Finalmente, el ciclo formativo culminará el 11 de septiembre con la intervención del padre José Antonio Rojas, director de la Pastoral Penitenciaria de la diócesis, quien ahondará en la relevancia de esta labor pastoral en la rehabilitación y reinserción de las personas privadas de libertad.
Este evento se inscribe dentro del Año Jubilar, un período de gracia y reflexión que reviste de especial importancia esta celebración. La Virgen de la Merced, tradicionalmente asociada a la redención de cautivos, es un símbolo de esperanza y fe para muchas personas que encuentran en su advocación un refugio espiritual. Su presencia en la Catedral durante la misa jubilar reforzará el compromiso de la hermandad y de la Pastoral Penitenciaria con la evangelización y el acompañamiento de los presos, alineándose así con el mensaje de misericordia que promueve la Iglesia.


