La Hermandad de la Lanzada ha anunciado que la imagen de María Santísima del Buen Fin será expuesta en besamanos extraordinario el próximo 15 de agosto, con motivo de la Festividad de la Asunción de la Virgen, una celebración estrechamente vinculada a la advocación de la dolorosa.
Este acto extraordinario permitirá a los fieles acercarse de manera íntima y devota a la Virgen del Buen Fin, en una jornada marcada por la oración y la veneración a una de las imágenes más singulares del Jueves Santo sevillano.
Historia y curiosidades de la Virgen del Buen Fin
La actual talla de la Virgen del Buen Fin fue realizada en el año 1810 por el insigne escultor Juan de Astorga, por encargo del entonces mayordomo de la hermandad, Marcos Valcárcel. La imagen mide 1,60 metros y presenta una particular técnica de ejecución: su rostro fue modelado como una mascarilla de papelón ensamblada a un cráneo, mientras que su busto fue tallado en madera de cedro.
El coste de la imagen ascendió a 850 reales, y se encargó junto a otros trabajos artísticos para la corporación. La Virgen ha recibido distintas restauraciones a lo largo del tiempo, destacando especialmente la llevada a cabo por Manuel Escamilla en 1957, cuando se le añadió un pequeño frunce en el entrecejo, modificando levemente su expresión.
Esta dolorosa vino a sustituir a una imagen anterior, encargada en el año 1670 y destruida durante el asalto francés a la Parroquia de San Basilio, antigua sede de la hermandad.
Una oportunidad única para los devotos
El besamanos extraordinario del 15 de agosto se presenta como una oportunidad única para venerar de cerca a la Virgen del Buen Fin en una jornada que combina devoción, historia y arte sacro. La Hermandad de la Lanzada invita a todos los fieles y devotos a participar de este acto con la solemnidad y recogimiento que caracteriza a esta corporación del Jueves Santo sevillano.

