La Semana Santa de Córdoba se encuentra en un momento de transición, con posibles modificaciones que podrían transformar sus jornadas en los próximos años. Rafael López, vocal de penitencia de la Agrupación de Cofradías, ha detallado las claves de este proceso, destacando la incorporación de nuevas hermandades, como la de Presentación al Pueblo, y los ajustes en horarios y recorridos que buscan optimizar la experiencia de las procesiones. Estas novedades se analizarán tras la Semana Santa de 2025, un año que servirá como prueba para evaluar su viabilidad.
Uno de los días con mayor potencial de cambio es el Viernes Santo. López explicó que los oficios en la Catedral, ahora a las 17:00, abren la posibilidad de adelantar la jornada a las 19:30, alineándola con el resto de días. Sin embargo, hermandades como Expiración y Descendimiento enfrentan conflictos con los horarios de sus parroquias, lo que complica un ajuste global. Alternativas como adelantar a cofradías posteriores, como Dolores o Sepulcro, se han explorado sin éxito hasta ahora, dejando la puerta abierta a futuras negociaciones para desahogar esta concurrida jornada.
El Domingo de Ramos también está bajo escrutinio, con el nuevo itinerario de la hermandad de la Esperanza por la calle Fleming como posible solución para evitar retrasos acumulados. López subrayó que estos retrasos afectan especialmente a las últimas cofradías de cada día, un problema que se repite en jornadas como el Miércoles Santo, donde el intercambio de posiciones entre Calvario y Paz busca agilizar el ritmo. El ingreso de Presentación al Pueblo, procedente de un barrio lejano, plantea retos logísticos adicionales, ya que su ubicación dificulta encajarla sin alterar los recorridos de otras hermandades como Misericordia.
Con huecos disponibles en días como Lunes, Martes, Miércoles, Jueves y Viernes Santo, la Semana Santa cordobesa aún tiene margen para crecer sin necesidad de recurrir al Sábado Santo. López destacó que la clave está en la voluntad de adaptación, tanto de la Agrupación como de las cofradías, para garantizar que las procesiones sean sostenibles y accesibles. Con estrenos y ajustes previstos para 2025, Córdoba se prepara para una Semana de Pasión que, aunque mantendrá su esencia, podría evolucionar significativamente en la próxima década.


