La Hermandad de Los Javieres afronta un cambio histórico. Su hermano mayor, José Antonio Oliert, ha confirmado en una entrevista en El Llamador de Canal Sur Radio que el traslado al templo del Sagrado Corazón de los Jesuitas se producirá en el mes de enero, una vez se complete el proceso jurídico y se emita el decreto episcopal que haga oficial el cambio de sede.
Un traslado con fecha definida
Aunque la hermandad ya cuenta con la escritura de cesión del nuevo espacio, el decreto del arzobispo don Miguel Vázquez Lombo será el documento que ratifique de manera definitiva la mudanza. Aun así, Oliert adelantó que la intención es que las imágenes titulares estén entronizadas en el Sagrado Corazón o en la capilla de Los Luises antes de los cultos de Cuaresma, en concreto para el quinario del Cristo de las Almas.
El destino de las imágenes
El Cristo de las Almas ocupará un lugar destacado en el presbiterio, mientras que la Virgen de Gracia y Amparo recibirá culto en el retablo que antaño albergó a la Gran Madre, acompañado de San Juan. En caso de necesidad, los cultos podrían celebrarse indistintamente en el templo principal o en la capilla anexa, dependiendo de las circunstancias.
Adecuación del nuevo templo
La hermandad ya ha iniciado labores de limpieza y preparación de los espacios. Se prevé además habilitar dependencias para almacenar enseres de la estación de penitencia y reorganizar el sagrario, que podría trasladarse a una nave lateral o al presbiterio. También se está evaluando la capacidad estructural del edificio para garantizar la seguridad de los pasos procesionales.
Compromiso con el padre Tarín
Dentro del contrato de cesión, Los Javieres han asumido la obligación de mantener el culto vinculado al padre Tarín, venerable jesuita cuya causa de beatificación sigue en marcha. El próximo 12 de diciembre, la hermandad abrirá la iglesia para la misa organizada por los jesuitas en su honor.
Un cambio con sabor a despedida
El hermano mayor no ocultó la emoción de dejar la actual sede de Omnium Sanctorum, donde la hermandad ha forjado su historia en el Martes Santo sevillano:
“Yo voy a dejar el corazón, el alma, mi niñez. Para mí no ha sido fácil, ha sido una decisión muy complicada”, confesó Oliert.
Mirando al Martes Santo del futuro
Respecto a las posibles repercusiones en la jornada, Oliert aseguró que cualquier mejora en la Hermandad de Los Javieres repercutirá de forma positiva en todo el Martes Santo. También defendió la apuesta por un nuevo paso de palio de alta calidad, hecho en Sevilla, como símbolo del compromiso patrimonial de la corporación.
El traslado de Los Javieres al Sagrado Corazón marcará un antes y un después en la historia reciente de la hermandad, inaugurando una etapa de crecimiento, nuevos retos y continuidad de la devoción a sus titulares en pleno centro de Sevilla.


