La Hermandad de los Javieres ha vivido este 3 de septiembre de 2025 una jornada que quedará marcada en su historia. En la notaría Gutiérrez-Alviz y Conradi se firmó el contrato de comodato entre la corporación y la Compañía de Jesús, mediante el cual la orden jesuita cede a la hermandad la iglesia del Sagrado Corazón y la capilla de los Luises.
El acuerdo contempla una cesión gratuita por un periodo inicial de 40 años, durante los cuales la Hermandad de los Javieres asumirá la gestión, conservación y mantenimiento de ambos templos. Además, se ha acordado que se facilitarán los cultos vinculados al padre Tarín, incluyendo la celebración de una misa anual cada 12 de diciembre en el aniversario de su fallecimiento.
Un regreso al lugar donde todo comenzó
Con este convenio, los Javieres cumplirán uno de sus mayores anhelos: volver a residir en el templo donde fueron fundados y permanecieron hasta 1977. La firma del contrato llega tras el abandono, el pasado mes de junio, de la Pastoral Juvenil de la iglesia del Sagrado Corazón, lo que abrió definitivamente la puerta al traslado.
Ya en marzo de 2025, los hermanos de la corporación aprobaron casi por unanimidad el cambio de sede canónica y la modificación de la regla número 2 de sus estatutos. Posteriormente, el pasado 17 de julio, la Santa Sede concedió la autorización definitiva para que la nueva sede canónica quedase establecida en la iglesia del Sagrado Corazón y la capilla de los Luises.
Retos y responsabilidades
El hermano mayor, José Antonio Oliert, ya adelantó en 2020 que la hermandad estaría dispuesta a estudiar este regreso a la Compañía de Jesús, aunque subrayó la gran responsabilidad económica que implica mantener un templo: “supone costes de conservación, liturgia y la necesidad de un capiller que garantice la apertura”.

