Más de 1.000 alumnos de colegios diocesanos protagonizarán un recorrido con 12 tronos por el centro histórico, uniendo fe y tradición
La ciudad de Málaga se prepara para vivir un evento sin precedentes el próximo viernes 28 de marzo, cuando alrededor de 1.000 escolares de colegios diocesanos participen en una procesión conjunta con motivo del Jubileo de la Esperanza 2025. Esta iniciativa, organizada por la Fundación Victoria, busca transmitir la fe y los valores cofrades a las nuevas generaciones, enmarcándose en el lema del Año Jubilar: “Peregrinos de Esperanza”.
Un Proyecto Innovador para Celebrar el Año Santo
La procesión, que dará comienzo a las 17:00 horas desde la Parroquia de los Santos Mártires y culminará en la Basílica de la Esperanza a las 19:30, contará con la participación de diez centros educativos diocesanos de Málaga capital. Un total de 12 tronos escolares, portados y acompañados por alumnos de entre 8 y 18 años, recorrerán las calles del centro histórico en un itinerario que incluye lugares emblemáticos como calle Granada, Plaza de la Constitución, calle Larios, el Puente de la Esperanza y la capilla de la Virgen de los Dolores del Puente Coronada.
Luis Merino, director del Departamento Pedagógico de la Fundación Victoria, ha descrito esta iniciativa como “muy ilusionante”, destacando su objetivo de hacer partícipes a los jóvenes en un evento tan significativo como el Jubileo de la Esperanza. “No queríamos quedarnos al margen de esta gran fiesta de la Iglesia, que queremos vivir y celebrar con los niños y jóvenes como protagonistas”, ha señalado Merino.
Un Cortejo que Une Tradición y Juventud
El cortejo estará integrado por alrededor de 1.000 participantes, incluyendo portadores, nazarenos y miembros de bandas de música, todos ellos alumnos de los colegios diocesanos participantes: Padre Jacobo, Cardenal Herrera Oria, La Presentación, Espíritu Santo, Divina Pastora, Divino Maestro, Santa Rosa de Lima, San José Obrero y Obispo San Patricio. La procesión estará acompañada por agrupaciones musicales como la Agrupación Musical de las Reales Cofradías Fusionadas, la Banda de Música de Rincón de la Victoria, el taller de tambores de los colegios Padre Jacobo y Divino Maestro, y la Banda de Música del Colegio Diocesano Cardenal Herrera Oria.
Miguel Cristóbal Rueda, docente y miembro de la comisión organizadora de la Fundación Victoria, ha destacado la dimensión pedagógica y espiritual del proyecto: “Queremos que los escolares vivan esta experiencia como un testimonio de fe y devoción, mientras recorren las calles de Málaga con sus propios tronos y bandas”.
Una Procesión con Resonancia Internacional
Paloma Saborido, delegada por el Dicasterio para la Evangelización y encargada de la organización de la Gran Procesión de Roma, ha calificado la iniciativa como “innovadora” y un medio para “transmitir el sentir de ser cofrade” entre los más jóvenes. Además, ha subrayado la importancia de concienciar a los niños sobre la relevancia del Año Santo, más allá de la Procesión Extraordinaria de Roma programada para el 17 de mayo. “El Jubileo es la gran fiesta de la Iglesia, y esta procesión en Málaga es una manera de hacerles ver a los niños que forman parte de algo universal”, ha afirmado Saborido.
El recorrido de la procesión coincidirá con la presencia de Santa María de la Victoria, patrona de la Diócesis de Málaga, en la Parroquia de los Santos Mártires, con motivo del 150º aniversario de la fundación canónica de la Real Hermandad de la Victoria. El acto culminará en la Basílica del Paso y la Esperanza, ante la imagen de María Santísima de la Esperanza, advocación central del Jubileo y que peregrinará a la Basílica de San Pedro del Vaticano en mayo.
Un Evento que Une Pasado y Futuro
Esta procesión escolar no solo representa una manifestación de fe, sino también un puente entre la tradición cofrade malagueña y las nuevas generaciones. Los tronos, diseñados y elaborados por los propios alumnos, reflejarán la creatividad y el compromiso de los jóvenes con su patrimonio cultural y religioso. La participación de bandas de música integradas por estudiantes añade un toque de vitalidad y frescura a este evento, que promete ser un hito en la agenda religiosa y cultural de Málaga para el 2025.

