El escultor Manuel Téllez presenta una nueva creación que reinterpreta la terracota policromada de Cristo flagelado estrenada en 2024 en el Ayuntamiento de Sevilla, durante la exposición homenaje al imaginero Antonio Dubé de Luque, con motivo del quinto aniversario de su fallecimiento.
En esta ocasión, el autor vuelve a recrear el instante posterior a la flagelación de Jesús, cuando el pudor y la vergüenza se apoderan del Redentor, cubierto apenas por un paño y marcado por las llagas y la sangre del tormento.

La obra, de terracota patinada sin policromar, presenta dimensiones más reducidas —42 x 25 x 46 centímetros— y notables variaciones técnicas y morfológicas respecto a la versión anterior.
Desde el punto de vista compositivo, el simulacro gana en dramatismo expresivo, especialmente en el rostro desgarrado de Cristo, y en elementos pasionistas, como la columna de la flagelación, sobre la que apoya su cuerpo, cruzando los brazos en gesto de protección.

La clámide, la caña y la corona de espinas anuncian los episodios que suceden al tormento: la coronación de espinas, las burlas a su realeza y el Ecce Homo, cuando Cristo es presentado ante el pueblo.
Téllez logra una pieza de gran realismo y riqueza de detalles, de inspiración barroca sevillana, que combina dinamismo y profundidad espiritual. El artista no descarta realizar en el futuro una versión a tamaño natural en madera policromada, completando así su estudio sobre este pasaje de la Pasión.


