Antequera. El nombre del escultor Francisco Maestre, hasta ahora poco conocido, comienza a ganar relevancia en el panorama artístico del siglo XVIII gracias a recientes descubrimientos y nuevas investigaciones. Dos hallazgos en 2022 permitieron identificar firmas del autor en imágenes de gran valor devocional, lo que ha abierto la puerta a nuevas atribuciones.
Firmas reveladoras en dos imágenes
En octubre de 2022, la empresa Chapitel descubrió durante la restauración de la imagen de Santa María de Jesús, en Antequera, una firma a lápiz acompañada de un apellido y la fecha de 1790. Poco después, a finales de ese mismo año, el restaurador Pedro Manzano halló en el interior de la Virgen de los Dolores de la Hermandad de los Servitas de Herrera (Sevilla) una inscripción que rezaba: “Fran,co Maestre me hizo año de 1792”.
Ambas firmas, con grafismos similares, fueron puestas en relación por el historiador Jesús Romero Benítez, quien en un artículo para El Sol de Antequera (2023) atribuyó a Maestre la autoría de Santa María de Jesús.
Nuevas aportaciones en la investigación
La historiadora Lidia Hernández Millán, con la colaboración de Pedro Manzano, ha publicado en el último número de la revista Cuadernos de Arte de la Universidad de Granada un estudio titulado “Francisco Maestre: un escultor lojeño afincado en la Antequera de los siglos XVIII-XIX”.
Este trabajo amplía el conocimiento sobre la vida y obra de Maestre, situándolo como un interesante artífice del círculo artístico antequerano, con encargos tanto en la ciudad como en otras localidades andaluzas.
Obras atribuidas a Francisco Maestre
Además de las imágenes ya mencionadas, el estudio atribuye a este escultor otras piezas de notable importancia:
- Virgen del Rosario (h. 1790), escultura de pequeño formato expuesta en el Museo del Convento de las Carmelitas Descalzas de Antequera. Hasta ahora había sido relacionada con Diego Márquez.
- Virgen del Carmen (h. 1797), donada a la Archicofradía del Paso y la Esperanza de Málaga, que recibe culto en la Basílica de la Esperanza.
Ambas tallas se vinculan estilísticamente al taller de los Márquez, donde Maestre pudo haberse formado, y muestran la huella del modelo de las populares dolorosas antequeranas.
Un escultor en redescubrimiento
Estos hallazgos y nuevas atribuciones permiten situar a Francisco Maestre como un creador con personalidad propia, integrado en la dinámica cultural de la Antequera de su tiempo y abierto a encargos externos. Su figura, ahora en proceso de estudio, comienza a consolidarse dentro de la historia del arte andaluz del siglo XVIII.

