La Hermandad del Rocío de Emigrantes de Huelva presentó el 3 de mayo de 2025, en la Santa Iglesia Catedral de Huelva, el cartel anunciador de su peregrinación para la Romería del Rocío 2025, una obra pictórica de la reconocida artista sevillana Nuria Barrera Bellido. Este cartel, desvelado al concluir la Función Principal de Instituto, captura la esencia del camino rociero a través de la mirada de un joven tamborilero, simbolizando la transmisión de la fe y la devoción de generación en generación. A continuación, se detalla la descripción de la obra, su significado, el contexto de su presentación y el impacto en el Año Jubilar 2025.
Descripción de la Obra
El cartel, realizado en óleo sobre tabla con acrílico y grafito, destaca por su composición emocional y su paleta cromática cálida, que evoca la nostalgia y la alegría del camino rociero:
- Protagonista: Un joven tamborilero, representado con su tambor colgado y la mirada fija en el horizonte, esperando el paso de la carreta del Simpecado. Este niño simboliza la “savia nueva” de la Hermandad, particularmente la Escuela de Tamborileros de Emigrantes, y la continuidad de la tradición rociera.
- Escena: La obra captura un momento de serena reverencia, donde el tamborilero aguarda el paso de la carreta, impregnado de la “inocencia y fervor” de los peregrinos. El fondo, con tonos cálidos y pinceladas sutiles, sugiere el “movimiento del camino”, evocando el sonido del tamboril, el crujir de la carreta y las oraciones de los romeros.
- Estilo: Nuria Barrera, conocida por su manejo magistral de la luz y el uso expresivo del azul (aunque aquí predominan rojos, naranjas y amarillos), crea una “estampa viva” que combina realismo y emotividad. La composición, descrita como un “canto al Rocío”, busca transmitir el “alma del camino” a través de detalles que “hacen escuchar” los sonidos y sentir las emociones de la romería.
- Dedicación: Barrera dedicó la obra a los “jóvenes que se suman con ilusión”, a los “antepasados que enseñaron a amar el Rocío” y a los “devotos lejanos” que mantienen viva la devoción, reflejando el carácter universal de la Hermandad de Emigrantes.
La artista expresó que el cartel es “un testimonio visual del amor y la entrega” de la Hermandad, que transforma la “distancia en cercanía” mediante la fe. En sus palabras, la obra busca que los espectadores “escuchen el tamboril, el crujir de la carreta, las voces del coro y el murmullo de las oraciones”, convirtiéndose en un homenaje al “milagro del camino”.

