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La autoridad eclesiástica ha comunicado a la hermandad de las Siete Palabras que el cabildo general extraordinario previsto para el sábado 17 de abril en la parroquia de San Vicente para la votación del cambio de la Virgen de la Cabeza queda aplazado.
El Arzobispado ha indicado a la corporación que la celebración de este importante acto, quizás el más importante de la historia reciente de las Siete Palabras, tendrá que llevarse a efecto en un lugar donde tengan cabida todos aquellos hermanos que quieran asistir.
Tal y como prescriben las reglas de la hermandad, no solo pueden acudir los hermanos mayores de edad y con más de un año de antigüedad, sino además los hermanos que tengan cumplidos los dieciséis años, con solo voz, mientras que los que hayan cumplido los catorce años, sin voz ni voto y con más de un año de pertenencia a la corporación
Actualmente, el aforo permitido del templo es del 50 %, es decir, de un total de 120 personas, por lo que ante la alta participación estimada para el cabildo, más de lo que pudieran estar en San Vicente, Palacio lo retrasa.
En unos días la hermandad tendrá que buscar un lugar más amplio para el cabildo, estimándose la fecha de celebración entre los meses de mayo y junio.
Un debate interno de décadas
Las Siete Palabras vuelve a tener sobre su mesa el debate de cambio de dolorosa, algo que ya sucedió en 2002 pero que no fructificó. Con Julio Balcázar y siendo la propia junta la que propuso el cambio por la talla de Juan Manuel Miñarro, que actualmente recibe el nombre de Virgen del Amor y que vuelve a estar en la palestra, aquel cabildo fue perdido por un voto nulo, 95 a favor y 141 en contra del cambio.
Desde entonces, la Virgen de la Cabeza, que procede de un ángel del antiguo misterio del Sagrado Corazón de Jesús de las Siete Palabras, retallado por Manuel Escamilla en 1956, ha vivido un cambio de palio y varios relevos en sus vestidores.
Si el cambio fructifica, la actual Virgen de la Cabeza se uniría a las dos últimas imágenes titulares que procesionan en la Semana Santa de Sevilla que han sido sustituidas como el Cristo de las Cinco Llagas de la Trinidad o la Virgen del Rosario de San Pablo, esta última bendecida en 2007, año que la hermandad se estrenó en la Carrera Oficial.