Las hermandades de La Agonía y Piedad de las Palmeras de Córdoba se enfrentan a un nuevo escenario en sus estaciones de penitencia tras la publicación de un documento del Cabildo Catedral que redefine el uso de la Santa Iglesia Catedral como lugar de salida o destino procesional. Estas nuevas indicaciones han generado un intenso debate en el ámbito cofrade cordobés y podrían suponer un importante cambio en la configuración de las procesiones a partir de la próxima Semana Santa.
Un documento que cambia las reglas: nuevas condiciones del Cabildo Catedral
El detonante de la situación fue la difusión de un texto titulado «Orientaciones para la realización de la estación de penitencia de las hermandades y cofradías en la Santa Iglesia Catedral de Córdoba», redactado por el Cabildo catedralicio y conocido por las corporaciones poco antes del inicio de la pasada Semana Santa de 2025. En este documento se establece de manera explícita que las hermandades no podrán utilizar la Catedral como punto de salida ni como final de su recorrido procesional.
Esta nueva norma afecta directamente a dos cofradías cordobesas que habían adoptado la Santa Iglesia Catedral como eje principal de su estación de penitencia: la Hermandad de la Agonía, que tenía previsto iniciar su procesión desde el primer templo de la Diócesis, y la Hermandad de la Piedad de las Palmeras, que tenía intención de finalizar su recorrido penitencial en el mismo enclave.
Declaraciones del presidente de la Agrupación de Cofradías
El presidente de la Agrupación de Cofradías de Córdoba, Manuel Murillo, se ha pronunciado sobre esta situación en una reciente entrevista. Según ha señalado, “quizá lo más novedoso de estas orientaciones es precisamente esa limitación de la Catedral como lugar de inicio o final de las estaciones de penitencia, ya que el resto del documento se limita a desarrollar aspectos que, en su mayoría, ya venían aplicándose”.
Murillo ha reconocido que el texto ha pasado de ser un documento escueto a uno más detallado y extenso, de apenas cuatro páginas a más de quince. Esta ampliación normativa define con precisión las condiciones, figuras y orden de cortejos penitenciales que atraviesan el templo catedralicio.
El futuro inmediato de Agonía y Palmeras: en busca de soluciones
Ante esta situación, el presidente de la Agrupación ha planteado distintas opciones sobre la mesa. En el caso de la Hermandad de las Palmeras, Murillo ha apuntado que “posiblemente modificarán su itinerario para concluir en una iglesia cercana a la Catedral, sin acceder a su interior como estaba previsto”.
Por otro lado, la Hermandad de la Agonía, que venía realizando su salida procesional desde el interior de la Catedral, deberá, en palabras del presidente, “replantearse completamente el esquema de su estación de penitencia para adecuarse a las nuevas condiciones impuestas por el Cabildo”.
Relación entre Cabildo, Obispado y hermandades: un nuevo ciclo cofrade por delante
El presidente también ha recordado que, aunque la Diócesis cuenta actualmente con un nuevo obispo, la gestión de estos asuntos compete directamente al Cabildo Catedral. En este sentido, Murillo ha preferido mostrarse prudente: “No sabemos aún cómo evolucionarán las gestiones, ni qué interlocuciones se abrirán entre hermandades, Obispado y Cabildo. Es algo que se irá desarrollando a lo largo del nuevo curso cofrade, que arranca en septiembre”.
Un debate que marcará la Semana Santa cordobesa de 2026
La decisión del Cabildo marca un punto de inflexión en la organización de las procesiones en Córdoba, especialmente para aquellas corporaciones que históricamente han tenido un vínculo estrecho con el templo catedralicio. Aún queda por definir si se abrirán vías de diálogo para matizar estas medidas o si, por el contrario, supondrán un cambio permanente en el desarrollo de las estaciones de penitencia.
La próxima Semana Santa, en abril de 2026, será decisiva para comprobar cómo las hermandades afectadas resuelven estos condicionantes y adaptan sus horarios e itinerarios, sin renunciar al fervor, la devoción y el compromiso que caracterizan la religiosidad popular cordobesa.

