La posibilidad de que todas las confesiones cristianas celebren la Pascua en una misma fecha vuelve a situarse en el centro del debate. La Iglesia católica ha mostrado su disposición a estudiar un calendario común si las Iglesias ortodoxas plantean una propuesta conjunta que permita superar una división que se mantiene desde hace siglos.
Un gesto hacia la unidad cristiana
El obispo auxiliar de Sevilla, Ramón Darío Valdivia, destacó durante una comparecencia informativa que la diferencia actual entre ambas tradiciones no responde a cuestiones teológicas, sino estrictamente a la utilización de calendarios distintos. Mientras la Iglesia católica se rige por el calendario gregoriano —en vigor desde el siglo XVI—, la mayoría de las Iglesias ortodoxas continúan empleando el calendario juliano.
Aunque ambas fijan la Pascua en el primer domingo tras la primera luna llena de la primavera, el desfase entre ambos sistemas provoca que, en muchos años, la Semana Santa no coincida. Según Valdivia, la Iglesia católica estaría abierta a asumir una fecha unificada “si surge un planteamiento común que favorezca el encuentro”.
Encuentro ecuménico en Madrid por el aniversario de Nicea
Las declaraciones del prelado se enmarcan en la presentación de los actos con motivo del 1.700 aniversario del Concilio de Nicea, cuya conmemoración tendrá lugar en la Catedral de la Almudena. El evento reunirá a representantes de iglesias católicas, ortodoxas, anglicanas y diversas comunidades evangélicas en una celebración conjunta que busca reforzar los vínculos entre confesiones.
Durante la ceremonia se leerá de forma unificada el Credo niceno, texto fundamental para el cristianismo, acompañado de reflexiones y aportaciones musicales compuestas para esta ocasión. El objetivo principal es subrayar la vigencia del mensaje del concilio y su capacidad para inspirar caminos de entendimiento en el presente.
Un mensaje contra la polarización social
Rafael Vázquez, director del Secretariado para las Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española, subraya que este encuentro pretende actualizar el legado de Nicea, recordando que la afirmación de Dios como Padre implica la defensa de la dignidad de toda persona. Del mismo modo, se pone en relieve la centralidad de Cristo como figura viva en la experiencia cristiana.
Valdivia, responsable de la Subcomisión para las Relaciones Interconfesionales, remarcó que la búsqueda de unidad no responde a estrategias institucionales, sino a una llamada evangélica que cobra especial valor en un contexto marcado por la confrontación social. Aseguró, además, que avanzar hacia una Pascua común enviaría un mensaje “de esperanza y reconciliación”.
Amplia representación internacional
A la celebración asistirán delegaciones del Patriarcado Ecuménico y de diversas Iglesias ortodoxas —entre ellas Rumanía, Serbia, Armenia o Moscú—, además de representantes anglicanos, luteranos, reformados y de las iglesias evangélicas integradas en Federe. La ceremonia se desarrollará en cuatro bloques simbólicos con lecturas, tiempos de silencio y música específicamente compuesta para este aniversario.
El encuentro pretende convertir la Catedral de la Almudena en un espacio de oración compartida y reforzar el compromiso de todas las confesiones con el anuncio del Evangelio en una sociedad cada vez más secularizada.

