La ciudad de Ronda ha iniciado los actos conmemorativos por el Centenario Fundacional de las Hermanas de la Cruz (1925-2025) con la presentación del cartel oficial de la efeméride, una obra cargada de simbolismo y profundidad espiritual que homenajea la labor caritativa de la congregación en la Serranía.
El cartel, realizado en acuarela sobre papel de algodón (120×65 cm) y acrílico en las tintas planas, refleja el carisma fundacional de la obra de Santa Ángela de la Cruz, cuya impronta permanece viva en Ronda desde hace cien años.
Una obra de profundo simbolismo
El autor explicó que la composición parte de un minucioso estudio de retratos y fotografías antiguas de la Santa, tratados con técnicas de inteligencia artificial para recuperar nitidez y color, que sirvieron como base para el retrato final. La indumentaria se ha recreado con modelos naturales y asesoramiento de la comunidad, cuidando detalles como el libro de la regla.
En la escena, dominan los tonos tierras como símbolo de pobreza y sencillez. El suelo de barro, las paredes lisas y el mueble desgastado evocan el carisma de austeridad que Santa Ángela quiso para sus conventos: silencio, limpieza y humildad.
Destaca también la puerta del convento, la misma por donde cada día acuden decenas de necesitados en busca de alimento o consuelo, representada como umbral hacia el cielo. Tras ella se adivina el Puente Nuevo de Ronda, icono de la ciudad, sobre el que se sitúa la imagen de la Virgen de la Paz, patrona de Ronda, como nexo de unión entre la devoción serrana y la espiritualidad de la congregación.
La Virgen de la Paz, emblema de unión
La inclusión de la Virgen de la Paz no solo responde a su papel como patrona de Ronda, sino también a la vinculación histórica con Santa Ángela de la Cruz, quien en 1893 peregrinó a Roma acompañando a sor Adelaida —curada milagrosamente por el beato Diego José de Cádiz—, episodio que marcó la espiritualidad de la fundadora.
Tipografía con sello de Santa Ángela
El marco y las tintas planas del cartel evocan los colores franciscanos, inspiradores del carisma fundacional. Las letras, en especial la inscripción “Hermanas de la Cruz”, reproducen la caligrafía original de Santa Ángela, tomada de un documento histórico conservado en la casa madre, lo que aporta un sello de autenticidad y emoción a la obra.


