La Semana Santa de Sevilla 2025, una de las celebraciones religiosas más emblemáticas de España, se ha visto empañada por una controversia que ha generado indignación entre cofrades y hermandades. La instalación de vallas en la calle O’Donnell, en el acceso a la Carrera Oficial, impidió temporalmente el paso de varias cofradías, desatando críticas hacia el Consejo de Hermandades, el Ayuntamiento y las fuerzas de seguridad. Las hermandades afectadas, entre las que se encuentran La Estrella, El Baratillo, Los Negritos, La Quinta Angustia y El Sol, denunciaron lo que consideran una falta de respeto y una gestión deficiente.
La Estrella: Un Caso Emblemático de la Polémica
La Hermandad de la Estrella fue una de las más perjudicadas. El Domingo de Ramos, su acceso a la Carrera Oficial fue bloqueado por vallas mientras pasaban las cofradías de San Roque y La Amargura. Según testigos, agentes de la Policía Local justificaron la medida como una orden del Consejo de Hermandades para garantizar que el público abonado pudiera disfrutar de los cortejos sin interrupciones. A pesar de que La Estrella salió con retraso tras solicitar una prórroga, logró recuperar el tiempo perdido en su recorrido por Reyes Católicos y San Pablo. Tras intensas negociaciones con el delegado del día y el Consejo, la hermandad pudo finalmente acceder a la Campana y completar su estación de penitencia.
Repetición del Problema en Miércoles y Jueves Santo
El Miércoles Santo, la Hermandad del Baratillo enfrentó una situación idéntica, con vallas bloqueando su paso en O’Donnell. Tras las protestas de la cofradía, se permitió su acceso, pero el incidente dejó un mal sabor de boca. El Jueves Santo, las hermandades de Los Negritos y La Quinta Angustia también se vieron afectadas. En el caso de La Quinta Angustia, el problema se repitió no solo en O’Donnell, sino también en la calle Sagasta, donde la seguridad privada asumió erróneamente que la cofradía tomaría otro itinerario, a pesar de que los horarios y recorridos estaban aprobados en el Cabildo de Toma de Horas.
Sábado Santo: Tensión con la Hermandad del Sol
El Sábado Santo, la controversia alcanzó un nuevo nivel cuando un agente de seguridad privada intentó impedir que la Agrupación Musical Santa María de la Esperanza, que abría el cortejo de la Hermandad del Sol, accediera a la Carrera Oficial. Testigos describieron la actitud del guardia como “altanera y soberbia”, alegando que seguía “órdenes recibidas”. Tras un acalorado intercambio entre los responsables de la hermandad, el Consejo y la seguridad, la cofradía logró entrar en la plaza de la Campana, pero el incidente intensificó las críticas hacia la organización.
Respuesta del Consejo y el Subdelegado del Gobierno
El presidente del Consejo de Hermandades, Francisco Vélez, se pronunció con firmeza sobre el asunto, calificando la situación como “abominable” y asegurando que “nunca más una cofradía esperará tras una valla”. Vélez atribuyó los incidentes a un “desajuste o malentendido” y negó que el Consejo hubiera ordenado mantener las vallas en O’Donnell al paso de las hermandades, destacando que la medida carecía de sentido estético y funcional.
Por su parte, el subdelegado del Gobierno, Francisco Toscano, reconoció el malestar generado y afirmó que la Policía Nacional está revisando el dispositivo de seguridad de la Semana Santa 2025 desde el lunes posterior a la celebración. “Si hay que hacer modificaciones, se harán”, aseguró Toscano, aunque aclaró que las vallas en la Carrera Oficial son competencia de la Policía Local y el Ayuntamiento, no de la Policía Nacional. Sobre las vallas en las entradas y salidas de los templos, como en el caso de San Isidoro, Toscano defendió su uso para facilitar el movimiento de las cofradías, pero admitió que algunas medidas, implementadas desde los incidentes de la Madrugada de 2017, podrían requerir ajustes.
Un Debate Abierto para el Futuro
La polémica de las vallas ha reavivado el debate sobre la organización de la Semana Santa de Sevilla, una festividad que reúne a más de 75.000 nazarenos y duplica la población de la ciudad durante esos días. Las críticas no solo apuntan a la colocación de vallas, sino también a los excesivos aforamientos, el aumento de cortejos y el uso de sillas plegables en zonas prohibidas. El alcalde, José Luis Sanz, calificó la Semana Santa 2025 como un “éxito”, pero instó a abrir un diálogo con todas las partes implicadas para abordar estos problemas de cara a 2026.
Las hermandades afectadas, junto con el Consejo y las autoridades, enfrentan ahora el desafío de garantizar que la Semana Santa mantenga su esencia espiritual y su conexión con el pueblo, sin que medidas de seguridad mal implementadas empañen una tradición centenaria.

