Sevilla se prepara para una de las citas religiosas más esperadas del verano. Con motivo de la solemnidad de la Asunción de la Virgen, el Real Monasterio de San Leandro y el Convento de Nuestra Señora de la Consolación, de las Monjas Mínimas de Triana, abrirán sus puertas para mostrar al público dos imágenes marianas de gran valor histórico y devocional: Nuestra Señora del Amor y Nuestra Señora del Tránsito.
El día central será el 15 de agosto, fecha en la que los sevillanos y visitantes podrán contemplar estas tallas que normalmente permanecen en clausura. En el caso del convento de Triana, la veneración se mantendrá hasta el 22 de agosto de 2025, ofreciendo más días para quienes no puedan acudir en la jornada principal.
Real Monasterio de San Leandro
La imagen de Nuestra Señora del Amor se expondrá al público tras la misa matinal, prevista en torno a las 9:00 horas, y podrá visitarse hasta las 14:00. Se trata de una talla atribuida a la escuela de Juan Martínez Montañés, considerada una de las devociones más queridas del monasterio y que solo se muestra al público en esta fecha tan señalada.
Convento de Nuestra Señora de la Consolación (Monjas Mínimas de Triana)
En Triana, la Virgen del Tránsito estará accesible desde la mañana del 15 de agosto, con un horario ampliado para facilitar la visita de los fieles. Este año, la veneración continuará de forma ininterrumpida hasta el 22 de agosto, permitiendo contemplar esta imagen de gran tradición que rara vez sale de su espacio de clausura.
Una tradición con gran arraigo en Sevilla
La visita a las llamadas “vírgenes del tránsito” o “vírgenes dormidas” se ha convertido en una cita habitual para numerosos sevillanos y turistas. Estas imágenes, que evocan el momento en que la Virgen María es llevada al cielo, ofrecen una experiencia de recogimiento y devoción que crece en popularidad cada año.
Patrimonio artístico y religioso
La Virgen del Amor de San Leandro, vinculada a la tradición escultórica del siglo XVII, y la Virgen del Tránsito de Triana, custodiada por las Monjas Mínimas desde hace siglos, representan dos joyas del patrimonio religioso sevillano. Su exposición pública constituye una ocasión única para apreciar su valor artístico y espiritual en el propio contexto conventual.


