La Hermandad de la Redención vivió un momento especial este lunes 27 de enero, cuando se bendijeron el manto, la diadema y varios enseres que la Virgen del Rocío lucirá el próximo sábado 1 de febrero durante el Rosario de la Aurora y la posterior procesión de traslado al Santuario de Los Gitanos y la parroquia de Santiago El Mayor. La bendición fue realizada por el Director Espiritual de la hermandad, Fernando Borrego Ojeda, al término de la Misa de Hermandad.
El nuevo manto, confeccionado en el taller de bordados de la propia hermandad bajo la dirección de Enrique Bendala, destaca por su elegancia y significado. Realizado en terciopelo morado, incorpora piezas de bordado originales de la reconocida Esperanza Elena Caro, procedentes de la crestería del palio que no se utilizaron durante el proceso de restauración y enriquecimiento de 2010. Esta fusión de lo antiguo y lo nuevo no solo refuerza la conexión con la historia de la hermandad, sino que también rinde homenaje al legado artístico de una de las bordadoras más importantes de la Semana Santa.
Por su parte, la diadema, diseñada y elaborada por el prestigioso orfebre cordobés Jesús de Julián, es una obra de arte en metal con baño de plata. De estilo decimonónico, presenta una nube de la que emergen rayos lisos y flamígeros, acompañados de una ornamentación vegetal y una concha central de la que pende una deslumbrante aguamarina. Esta pieza, donada por un hermano de la hermandad, añade un toque de esplendor y devoción a la imagen de la Virgen del Rocío.
Un evento cargado de simbolismo y devoción
El próximo 1 de febrero, la Virgen del Rocío lucirá estas nuevas piezas durante el Rosario de la Aurora, un acto que marca el inicio de las actividades religiosas de la hermandad en el mes de febrero. Este evento no solo es una muestra de fe, sino también una oportunidad para que los fieles admiren la belleza y el detalle de las nuevas obras que engalanarán a la imagen mariana.
La bendición de estos enseres representa un momento de unión y celebración para la Hermandad de la Redención, que continúa trabajando para preservar y enriquecer su patrimonio artístico y religioso. Con este acto, se refuerza el vínculo entre la tradición y la innovación, demostrando que la devoción y el arte pueden caminar de la mano para honrar a la Virgen del Rocío.
Un legado que perdura
La incorporación de piezas históricas de Esperanza Elena Caro en el nuevo manto y la creación de una diadema única por parte de Jesús de Julián son ejemplos del compromiso de la hermandad con la excelencia artística y la preservación de su legado. Estos enseres no solo embellecerán a la Virgen del Rocío, sino que también serán un testimonio de la dedicación y el amor de los hermanos hacia su patrona.
El próximo 1 de febrero, la Virgen del Rocío saldrá a las calles con un esplendor renovado, llevando consigo la historia, la devoción y el arte de una hermandad que sigue escribiendo su historia con fe y pasión.


