El compositor Alfonso López Cortés ha presentado su última obra, «Siervos de tu Humildad», una marcha procesional que promete convertirse en un referente en el repertorio cofrade. Dedicada a la Hermandad de la Humildad de Sevilla, conocida como los «Servitas Blancos», esta composición descriptiva transporta al oyente al juicio de Jesús ante Pilatos y su presentación al pueblo, evocando con gran carga emocional uno de los momentos más trascendentales de la Pasión.
Una obra en dos actos
«Siervos de tu Humildad» se estructura en dos partes diferenciadas que narran musicalmente la escena bíblica con profundidad y sensibilidad:
- Primera parte: La soledad y la humildad de Jesús
La marcha comienza con un tono introspectivo y silencioso, situando a Jesús en el centro de la escena, cargado de soledad, sufrimiento y dolor. La música, solemne y pomposa, recrea la humillante presentación como «Rey de los Judíos», acompañada por los símbolos de burla: la clámide púrpura, la corona de espinas y la vara.
En un giro magistral, la composición rompe con un pasaje libre y celestial, simbolizando el amor infinito de Dios y la fortaleza interior de Cristo. Aquí emerge el tema principal de la obra: la humildad, representada en el rostro cabizbajo de Jesús, que se convierte en su armadura frente a la adversidad y en el pilar de su misión redentora. - Segunda parte: El clamor del pueblo y la sentencia
La segunda sección irrumpe con fuerza, evocando el tumulto de la multitud y la voz de Poncio Pilatos, gobernador romano de Judea, quien interpela al pueblo sobre el destino de Jesús. En el clímax, cuando se dicta la sentencia de crucifixión, el tema de la humildad reaparece con intensidad, subrayando la resignación y la fuerza espiritual de Cristo ante su sacrificio. Este valor, eje central de la marcha, trasciende como un ejemplo eterno de entrega y redención.
Un homenaje a la Hermandad de la Humildad
El título, «Siervos de tu Humildad», rinde tributo a la denominación tradicional de los «Servitas Blancos», como se conoce a los hermanos de la Hermandad Sacramental de la Inmaculada Concepción y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y María Santísima del Dulce Nombre de Sevilla. La obra, creada por Alfonso López Cortés, refleja la esencia de esta corporación del Martes Santo, cuya devoción al Cristo de la Humildad —tallado por Juan Manuel Miñarro en 2008— inspira esta composición.

