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Este lunes pasado, varios miembros de la junta de gobierno de la Hermandad de los Dolores de Sanlúcar, giraron visita al taller del bordador jerezano Ildefonso Jiménez, para ver in situ los trabajos de limpieza y conservación que se están llevando a cabo en el palio de Nuestra Señora de los Dolores.
Los trabajos están consistiendo en la limpieza a fondo de todos los bordados y del tejido de soporte y están dando unos resultados sorprendentes. En la limpieza ha llamado la atención el brillo que presentan los bordados en oro y la gran variedad de colores los bordados en seda, que estaba oculta por la suciedad desde hace muchos años.
El palio fue realizado en los años 50 del siglo XX por el Taller de Bordado de las Monjas de San Rafael de Sanlúcar, y hasta la fecha solamente había tenido una intervención de ampliación y pasado a nuevo terciopelo en 1997, por el Taller de Bordado Santa María Magdalena, de Cádiz. Los bordados se encuentran en perfecto estado de conservación debido a la alta calidad de los materiales que se emplearon en su ejecución, es decir, oro fino y seda natural en colores azul, celeste, rosa, amarillo, naranja, verde, malva y morado.
Asimismo se va a proceder a la sustitución del galón que se añadió en 1997 por otro de más calidad y más acorde con la variedad cromática del palio. También se va a sustituir la tela de la cubierta del palio, por un tejido ignífugo que repele la humedad, para una mejor conservación.
Se trata de una nueva intervención de recuperación del patrimonio de la Hermandad, que en este caso va a devolver el aspecto primitivo a un palio único y singular, que será más original si cabe, debido a la variedad cromática que va a presentar y al brillo que volverán a lucir sus bordados.
