Las persistentes lluvias que han castigado Sevilla en las últimas semanas están dejando huella no solo en los cultos al aire libre, sino también en el interior de algunos templos emblemáticos. La Hermandad de San Pablo, con sede en la Parroquia de San Ignacio de Loyola, ha tomado una medida drástica ante las adversidades meteorológicas: la retirada urgente de sus titulares, Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado y Nuestra Señora del Rosario Doloroso, del culto público debido a graves filtraciones de agua en la estructura del templo.
Un templo afectado por el temporal
El comunicado oficial emitido por la hermandad este martes detalla que las intensas precipitaciones registradas el lunes 17 de marzo provocaron serios desperfectos en la techumbre de la parroquia, afectando tanto el Altar Mayor como la capilla del Sagrario. Estas zonas, vitales para el culto diario y la veneración de las imágenes, han quedado comprometidas por las goteras, obligando a la junta de gobierno a actuar con rapidez para proteger su valioso patrimonio.
Aunque no se ha precisado el estado actual de las imágenes ni el lugar exacto donde han sido trasladadas, la corporación asegura que ambos titulares se encuentran resguardados en un espacio seguro hasta que las reparaciones necesarias puedan garantizar su integridad. “Nuestra prioridad es y será siempre preservar nuestro patrimonio, siendo los sagrados titulares el corazón de nuestra hermandad”, subraya el comunicado, reflejando el compromiso de la junta con la conservación de estas obras de arte sacro.
Una decisión para salvaguardar la historia
La Hermandad de San Pablo, una de las corporaciones más recientes en integrarse al Lunes Santo sevillano, cuenta con dos imágenes de gran valor devocional y artístico, ambas creadas por el reconocido imaginero Luis Álvarez Duarte: Jesús Cautivo y Rescatado (1992) y la Virgen del Rosario Doloroso (2007). Este traslado de emergencia busca evitar cualquier daño a estas tallas, que son el alma del Polígono de San Pablo y un punto de referencia para los fieles de la zona.
Las filtraciones en San Ignacio de Loyola no son un problema nuevo, según fuentes cercanas a la hermandad, pero las lluvias recientes han agravado la situación, extendiendo los daños más allá de lo habitual. Este incidente pone de manifiesto la vulnerabilidad de muchos templos sevillanos frente a condiciones climáticas extremas, un desafío que podría requerir intervenciones urgentes por parte de las autoridades eclesiásticas y civiles.
¿Qué sigue para San Pablo?
Aunque el comunicado no ofrece un calendario concreto para la solución de los desperfectos, se espera que en las próximas horas o días se amplíe la información sobre el estado del templo y los pasos a seguir. La hermandad confía en resolver la situación “lo antes posible” para que los devotos puedan retomar el culto a sus titulares en su sede canónica. Mientras tanto, la incertidumbre meteorológica sigue siendo una preocupación, con previsiones que no descartan más precipitaciones en la capital hispalense.
Este suceso, que llega a pocos días del inicio de la Semana Santa 2025, subraya los retos que enfrentan las cofradías sevillanas en un contexto de temporales cada vez más frecuentes. Para los fieles del Polígono de San Pablo, la ausencia temporal de sus imágenes será un golpe, pero también una prueba de la fortaleza de una hermandad que antepone la seguridad de su legado a cualquier otra consideración. Mantente atento a las actualizaciones sobre este caso que afecta a uno de los templos más queridos de Sevilla.

