La Virgen Peregrina de los Desamparados, una de las advocaciones más veneradas en Valencia, visitará finalmente Sevilla entre el 14 y el 16 de febrero tras haberse aplazado su llegada debido a las consecuencias de la DANA que afectaron a la provincia de Valencia. Este evento, que tiene un significado especial para los fieles, se llevará a cabo poco antes de la Cuaresma, ofreciendo una oportunidad única para vivir momentos de fe y devoción.
El itinerario previsto para esta visita incluye numerosos actos religiosos y paradas en lugares emblemáticos. La imagen de la Virgen llegará al colegio Madre de los Desamparados, ubicado en la calle Guzmán el Bueno, donde se llevará a cabo un emotivo rosario de la juventud. El segundo día, la Virgen realizará visitas a sitios de gran relevancia religiosa y social, como el hospital de San Lázaro, la parroquia de los Desamparados de Alcosa, las hermanas de los Pobres, la iglesia de San Esteban y la parroquia de San Vicente. En esta última se celebrará una misa extraordinaria, seguida de una procesión por la feligresía, que incluirá paradas en la parroquia de San Lorenzo y la basílica del Gran Poder, lugares muy significativos para los sevillanos.
La despedida de la Virgen Peregrina se realizará el domingo 16 de febrero con una misa especial en la parroquia de San Vicente, marcando el final de una visita cargada de espiritualidad y simbolismo.
La Virgen de los Desamparados es la patrona de Valencia y un icono de fe que ha inspirado a generaciones de fieles. Esta imagen especial, conocida como la Virgen Peregrina, tiene un papel fundamental en las romerías y visitas a diferentes feligresías de la Archidiócesis de Valencia. Procesiona en ocasiones extraordinarias, como esta visita a Sevilla, utilizando el conocido ‘Maremóvil’, un vehículo acristalado que permite su traslado seguro y que ya fue utilizado durante la pandemia de COVID-19 para recorrer los pueblos y llevar esperanza a los devotos.
La llegada de la Virgen Peregrina a Sevilla promete ser un evento inolvidable, no solo por su carácter religioso, sino también por el impacto cultural y emocional que tendrá en los asistentes. Su presencia refuerza los lazos de devoción entre Valencia y Sevilla, dos ciudades unidas por la tradición y la fe.


