El Grupo Parroquial de Nuestra Purísima Madre del Buen Camino, del colegio Gamarra de la Fundación Educativa Jesuitinas, volverá a procesionar en las vísperas de la Semana Santa, tras el periodo de ausencia de dos años obligado por la pandemia. Sin embargo, habrá cambios significativos en su retorno. El primero de ellos afectará al día de la salida procesional, ya que la corporación pasará del Viernes de Dolores al Sábado de Pasión, una decisión que ya fue tomada y aprobada por el Obispado en 2020, aunque la Covid-19 impidió que se llevara a cabo ese año.
En cambio, sí se mantendrá el horario de partida, las 10.15 horas, y el lugar desde donde saldrá la Virgen del Buen Camino, el colegio Gamarra, aunque, a partir de ahora, no procesionará la imagen del Señor, antiguo titular cristífero de la Hermandad del Dulce Nombre (el mismo escultor de la Dolorosa tallará un Cristo Varón de Dolores, próximamente), y la procesión ya no se limitará al complejo del centro educativo, como venía haciendo desde 2013 hasta 2019, sino que abandonará por unas horas los muros del colegio para buscar la calle y recorrer la feligresía del templo de la Purísima, parroquia a la que se encuentra adscrito el grupo parroquial, precisamente desde 2019.
En este sentido, si bien falta por confirmar cuál será el itinerario definitivo, lo cierto es que los cofrades tienen previsto llegar a la Purísima a las 12.00 horas, con la idea de que los integrantes del cortejo puedan participar en el rezo del ángelus, que estará presidido por el párroco, Fernando Azuaje. Tras este momento de oración, el cortejo reanudará su marcha y pondrá rumbo de regreso al colegio, donde llegará en torno a las 13.30 horas.
La comitiva que participará en la procesión del próximo Sábado de Pasión estará formada por unos 350 nazarenos, ataviados con túnica y capirote de color amarillo, estola azul y cíngulo blanco. El séquito lo abrirá la banda de cornetas y tambores de los Gitanos, mientras que la banda de música Maestro Eloy García de la Archicofradía de la Expiración irá tras el trono de la Dolorosa de Ruiz Montes.
Otras novedades, en este caso, patrimoniales, serán el estandarte de la Virgen, confeccionado en terciopelo burdeos, por Lucía Fernández, con ornamentación en bronce (primera fase) y barra de Orfebrería Montenegro, según diseño de Pablo González, y pintura de José Palma Santander, realizada en 2019, además del trono de la efigie mariana, que se presentará en su primera fase, con ebanistería de Francisco López, siguiendo un boceto de Pablo González, y mesa y varales de Agustín Fernández.