Por ahora no más préstamos del resplandor de la Virgen. La archicofradía del Carmen de San Cayetano acaba de decidir que no cederá este elemento de su imagen a otras hermandades que lo soliciten por el estado de la pieza.
En un comunicado emitido el miércoles 4 de agosto, la junta de gobierno explica que el resplandor de Nuestra Señora del Carmen Coronada «está sufriendo un creciente deterioro, que se ha visto agravado por las continuas salidas de nuestra sede».
Se trata de una pieza realizada en madera bañada en pan de oro a mediados del siglo XIX, cuando se produjo la subida de la Virgen al camarín, hicieron una reforma en él e introdujeron el resplandor escoltando a la sagrada imagen.
Todo ello en el contexto de la Desamortización, cuando la cofradía se encarga de velar por Ella y por el convento al no haber frailes en aquella época, según explican fuentes de la archicofradía consultadas por ABC.
Bisagras
Desde su origen, el resplandor está concebido con un sistema de bisagras que «permite abrirlo por la mitad». Eso facilitaba los movimientos de la Virgen, especialmente cuando tenía que ser vestida o bajada al presbiterio.
En los últimos meses han sido «numerosas» las hermandades de diferentes puntos de Andalucía que lo han pedido, pero ahora «por el bien de su conservación no se volverá ceder por un tiempo indeterminado», asegura la archicofradía.
Muchas cesiones
De hecho, en anteriores ocasiones se ha dejado a cofradías de Córdoba y Sevilla (como la Estrella, que lo utilizó durante unos cultos al Señor de las Penas). Los préstamos de patrimonio son habituales entre cofradías para los cultos e incluso las procesiones.
El Carmen recuerda que se caracteriza «por ser generosa y abierta a todo aquel que nos ha necesitado tanto desde el punto de vista caritativo como patrimonial».
El resplandor es «una de las piezas patrimoniales que acompañan y dan personalidad a Nuestra Señora del Carmen Coronada». Es el que se utilizó en los primeros días de la novena por la festividad del Carmen. Y también en mayo en el convento de Santa Ana para la coronación canónica de San José, en un altar preparado por esta corporación de gloria.