La Soledad de Sevilla despedirá la Semana Santa de 2021 desde el altar mayor de San Lorenzo

 Ya está asumido. La Semana Santa de 2021, como la de 2020, no contará con pasos ni cofradías en las calles. Pero sí hay una diferencia sustancial con el pasado año, que vivimos confinados y lejos de tantos afectos. Los hermanos, devotos y curiosos sí podrán acercarse a los templos –si la evolución de la situación sanitaria no se empeña en lo contrario- para venerar a las imágenes de su devoción en coincidencia con los días y las horas en los que deberían haber efectuado su salida. Las distintas corporaciones van tomando decisiones al respecto en estos días sin perder de vista el decreto que regulará la particularísima Semana Santa de 2021 que, de alguna manera y con otros condicionantes, nos hace retroceder hasta 1933, único año de todo el siglo XX que Sevilla se quedó sin ver cofradías por sus calles.

Como entonces, la Semana Santa de 2021 –en espera de la Gloria de la Resurrección que asoma por Santa Marina- tendrá un final melancólico a las plantas de la Virgen de la Soledad que ofrecerá una estampa histórica desde el presbiterio de San Lorenzo, elevada sobre un altar efímero. Así lo ha anunciado su hermandad en la última hoja informativa detallando los pormenores de una cuaresma y una Semana Santa extraordinarias que quieren mantener en la medida de lo posible las esencias y el sentido devocional de todos sus actos.

La Virgen permanecerá en el altar mayor desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resurrección. En la mañana del Sábado Santo se mantendrán las visitas habituales, habilitando la puerta de la plaza de San Lorenzo como entrada única y la de Hernán Cortés como salida. Ese día será una invitación a la nostalgia, pero también a la esperanza. La Hermandad convocará al efecto a sus niños, jóvenes y mayores en momentos específicos de oración y cercanía con la Virgen que esta vez no podrá esperar a los suyos desde su paso. También se mantiene por ahora el recibimiento a autoridades y representaciones así como la entrega del donativo especial de la Comisión de Caridad que cada año tiene un destinatario distinto.

A las 19 horas, momento en el que la Cruz de Guía tendría que haber pisado la plaza de San Lorenzo, se celebrará una Meditación de los Siete Dolores en sustitución de la estación de penitencia a la Catedral. Al día siguiente, Domingo de Resurrección, presidirá la tradicional misa de Pascua que concluirá con el reparto de las flores que exornen su altar efímero, al estilo de como se hace cada año con las que le acompañan en su paso de azucenas.

Otras novedades

Pero no será la única novedad de este año excepcional. El besamano que anticipa la Cuaresma en la cofradía de San Lorenzo se cambia por un acto de veneración que también muda de ubicación. Se suprime el tradicional traslado –tan de los soleanos- desde la capilla de los pies del templo hasta el presbiterio el domingo anterior al Miércoles de Ceniza. En sustitución, la Virgen amanecerá el viernes 12 de febrero vestida de reina y delante del altar mayor de la parroquia para recibir esa veneración de sus hermanos y devotos que se prolongará hasta el domingo, día 14 de febrero. Esa tarde, de manera reservada, será subida al altar de quinario, que comenzará el martes 16, víspera del Miércoles de Ceniza.

Posteriormente, el Viernes de Dolores, la imagen de Nuestra Señora de la Soledad –vestida de hebrea- presidirá un nuevo acto de veneración que, siguiendo la costumbre de los últimos años, tendrá lugar en la remozada capilla del Santísimo. La culminación de este acto será el traslado de la Virgen al altar mayor –no podrá ser al paso- donde se celebrará una eucaristía.

elcorreoweb

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