Las hermandades jerezanas prefieren pensar en lo inmediato más que en un futuro un tanto incierto como es el día a día de la pandemia del COVID-19 que a una semana vista donde el escenario de contagios y restricciones pueden cambiar drásticamente.
Ante esta tesitura, las cofradías están inmersas en los cultos y el montaje de altares que es lo más cercano en el tiempo y dejando para una fecha más proxíma lo que se hará en una Semana Santa con posibles alternativas a las procesiones. En este sentido, cuando a un hermano mayor se le pregunta por una Semana Mayor estática y con pasos montados en las iglesias, prefiere no opinar y esperar a ver el estado de la pandemia cuando llegue el momento
Por tanto, las hermandades y sus mandatarios piensan, a día de hoy, en triduos o quinarios más que en contexto que tenga que ver con montaje de pasos u organización de conciertos.
En este sentido, apuntar que la hermandad de la Coronación ya ha decidido acudir con sus imágenes a la parroquia de las Viñas para celebrar el triduo y su función principal el próximo día 24 de enero. La corporación, a su vez, también ha comunicado la suspensión del tradicional tríptico mariológico que cada año se celebraba en la capilla de los Desamparados.
La reunión mantenida en Sevilla en la tarde del pasado miércoles entre los presidentes de los consejos de cofradías de las ocho provincias andaluzas, más Jerez, y los representantes de la Junta de Andalucía, ha servido para informar estudiar la situación actual de la pandemia y de los datos previsibles de vacunación y seroprevalencia para los primeros días de abril.
Los escenarios posibles se contemplan en una “Semana Santa estática en los templos, por otro lado posibles actos extraordinarios externos de arraigo popular en cada ciudad y una tercera opción que pasa por los protocolos para ensayos y conciertos de bandas de música no profesionales”, según se desprendía de un comunicado hecho público por el consejo local de la Unión de Hermandades.