El Crucificado de la Vera Cruz de Marchena irá acompañado por la BM de la Palma en la Semana Santa del 2024

El Crucificado de la Vera Cruz de Marchena irá acompañado por la BM de la Palma en la Semana Santa del 2024

La Hermandad de la Vera-Cruz de Marchena, que procesiona el Jueves Santo por las calles del municipio sevillano, ha confirmado la contratación del acompañamiento musical para el paso del crucificado.

Será la Banda de Mª. Stma. de la Palma de Marchena la que se encargará de acompañar musicalmente a este crucificado

Mediante este acto, ambas formaciones acuerdan el acompañamiento musical del Señor de la Santa Vera Cruz el próximo Jueves Santo de 2024.

El Señor de la Santa Vera-Cruz es una obra del siglo XVI atribuida al imaginero Roque  Balduque. Es una imagen de crucificado, con tres clavos y  sudario tallado.

La imagen fue elaborada sobre un bloque  primario de madera sin el concurso de diferentes tablas. En dicho  bloque fueron tallados cabeza, tronco y extremidades inferiores. Solo  se ensamblaron como piezas independientes los brazos, un mechon del cabello y el nudo colgante del sudario.

Destaca el curioso ahuecado a que fue sometida toda su esctructura, debido a las exigencias procesionales del siglo XVI, cuando las imágenes eran portadas por un lego eclesiástico, y debían pesar poco.

Por tanto, la eliminación de peso era objetivo muy tenido en cuenta por los artistas, y por estas razones es frecuente encontrar, como característica constante en los crucificados procesionales del siglo XVI, lo reducido de su tamaño y el uso de pastas artificiales para su fabricación.

En la imagen del Crucificado de la Vera Cruz se empleó madera de cedro, magistralmente ahuecada a través de diversas ventanas practicadas al efecto, y que durante una restauración fueron localizadas en: la base posterior de la cabeza, region dorsal de la espalda, cara posterior del sudario y posteriores de los muslos y brazos.

Por estas aberturas de configuración cuadrangular el artista de la época tuvo acceso al interior de la imagen, consiguiendo un ahuecado uniforme , con paredes que oscilan entre uno y medio y dos centímetros de grueso.

Otro elemento destacado en su técnica es la policromía, realizada al óleo pulimentado, y tan cuidada como la estructura, lo que realza las livideces cadavéricas y los tenues hematomas producidos por la flagelación.

En cuanto a la fecha de ejecución, la imagen puede enmarcarse en el último tercio del siglo XVI. El tratamiento iconográfico y anatómico lo alejan de la época gótica, acercándolo al siglo del idealismo y el realismo. En sus rasgos anatómicos se imponen los elementos referenciales y topográficos del esqueleto sobre las masas musculares, indicando un avanzado conocimiento de la morfología.

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