Hoy hace 22 años de la fatídica Madrugá de Sevilla

Hoy 22 años después de los acontecimientos de la Madrugá del 2000, para recordar esa fatídica noche os traemos la retransmisión completa de Giralda TV de dicha jornada

En las primeras horas del 21 de abril del año 2000 la forma de entender la Semana Santa de Sevilla cambió por completo. Aquella Madrugada del Viernes Santo, la ciudad vivió uno de los episodios más desagradables que se recuerdan en una fiesta que parecía intocable a nada y a nadie. Carreras descontroladas de público en todos los puntos de la ciudad donde había hermandades, cofradías destrozadas a su paso y cortejos que tuvieron que recomponerse sobre la marcha tras sufrir aquellas avalanchas. Hablaron de disparos, de motos cruzando los cortejos, de personas con arma blanca que amenazaron al público e incluso de acciones en paralelo a la película que acababa de estrenarse en los cines en noviembre de 1999 y que relataba un «thriller» de acción desarrollado en mitad de esta celebración: «Nadie conoce a nadie».

Tras esta Semana Santa 2020 histórica que hemos vivido sin cofradías y en mitad del estado de confinamiento, los sevillanos recuerdan que justo hoy, hace veinte años, se vivió la Madrugada que lo cambió todo. El mayor enigma de la Semana Santa reciente.

Desde aquellas estampidas provocadas por un grupo organizado del que poco o nada se sabe dos década después, la Madrugá no ha vuelto a ser la que es: su público ha ido decreciendo a favor de la mañana y la noche ha multiplicado la presencia policial y su coordinación con un ente municipal: el Cecop, creado hace justo veinte años tras estos sucesos.

Fue 21 de abril en torno a las 5:30 de la madrugada cuando se producen diversas avalanchas que ponen en jaque la seguridad de la ciudad. Era la hora en la que todas las cofradías, menos el Silencio, que tenía el palio a punto de entrar, estaban al completo en la calle. El Gran Poder, La Macarena, El Calvario, La Esperanza de Triana y Los Gitanos se situaban en una disposición estratégica para conducir que las avalanchas de uno y otro lado se encontraran.

Así estaba el mapa de la Madrugá:

Nazareno del Silencio: Templo

Virgen de la Concepción: Alfonso XII

Gran Poder: Calle Gravina

Virgen del Mayor Dolor: Calle Zaragoza

Señor de la Sentencia: Calle Cuna

Macarena: Catedral

Cristo del Calvario: Avenida de la Constitución

Virgen de la Presentación: Plaza de San Francisco

Cristo de las Tres Caídas: Campana – Sierpes

Esperanza de Triana: Magdalena

Señor de la Salud: Calle Laraña

Angustias: Calle Santa Ángela de la Cruz

Años después, las distintas hipótesis tratadas desde un principio no dejaron de barajarse. Algunas iban desde un hombre con un cuchillo, un toro que se había escapado de la Maestranza y hasta la rotura de una tubería de agua que fue, quizá, la que más fuerza cobró desde aquel momento.Gráfica de ABC de las avalanchas de la Madrugada del 2000

La prensa de entonces señaló con el paso de las horas que podía haber sido un grupo organizado, por eso se persiguió a jugadores de rol en el ámbito universitario, teniendo en cuenta que hacía poco tiempo se había estrenado la película «Nadie conoce a nadie», una polémica cinta protagonizada por Eduardo Noriega que mezcla procesiones, disparos e intriga.Hipótesis de la Madrugada del año 2000 en las páginas de ABC de Sevilla

Del mismo, pasados los años se sospechó que podía ser un grupo interesado en demostrar la fragilidad de la seguridad ciudadana. Por eso fue investigada la Policía Local que, aquel año, había mantenido una dura pugna sindical con el Ayuntamiento de Sevilla hasta los últimos días de las vísperas de la Semana Santa.

La versión del delegado de la Madrugada: «Recibí amenazas»

El cofrade de San Roque, Manuel Riveraaceptó conceder una entrevista para esta Casa en febrero de 2005. Era delegado de la Madrugada para el Consejo de Cofradías en aquel año 2000. En el quinto aniversario de aquellos hechos, aseguró que recibióanónimos escritos con recortes de periódico que recogían sus declaraciones y llamadas telefónicas diciendo que «había llegado mi hora». En aquellos años, Rivera se manifestaba en contra de la versión oficial donde argumentaba que testigos presenciales y amenazas avalan la teoría de un hecho organizado al que «se le quiso dar carpetazo».Crónica de la Madrugada del 2000 en ABC de Sevilla

En la citada entrevista, el delegado señalaba que «aquello era algo pensado y promovido desde el principio por un grupo de personas». Cita «a varios testigos presenciales -entre ellos un licenciado en Ciencias Políticas- que vieron dos motocicletas saliendo de diferentes portales de edificios y atravesando los tramos de nazarenos. Esto es algo que no pasa desapercibido. Un testigo me llegó a decir que uno de los que iban en las motocicletas comentaba a través del móvil que ‘había llegado el momento’». Según Rivera, aquellas motos atravesaron el cortejo del Gran poder y el Calvario en su recorrido de regreso provocando aquellas carreritas.

Del mismo modo, señala a la policía que, en los preparativos de la Semana Santa «me fueron dando largas hasta que no se pudo organizar ese encuentro». Una seguridad que se vio afectada aquel año ya que «había bastantes divisiones en el seno de la Policía Nacional, mientras que la Local se encontraba en huelga».

Las secuelas

Muchas incógnitas que provocaron que, desde entonces, la Madrugá no vuelva a ser la misma. Las pequeñas repeticiones de disturbios en las Semanas Santas de 2004 y 2009 que volvieron a estar envueltas por el miedo o pos sucesos puntuales, fueron el segundo y tercero aviso. Un antes y un después en una Semana Santa que a lo largo de los años se ha ido reforzando en seguridad. En 2015, un conato afectó de nuevo a la Madrugada y al Silencio, en gran medida, a su paso por la calle Cuna y a Los Gitanos, en su ida tras salir de su Santuario. Pero no fue hasta 2017 cuando los fantasmas del 2000 reaparecieron en la Semana Santa. Entre las 4 y 6 de la mañana, la ciudad volvió a repetir las avalanchas que, en aquel momento, el Ayuntamiento certificó que se originaron de una pelea en la calle Arfe y que, por la expansión del ruido por las calles en silencio, afectó a todas las cofradías que ya estaban en la calle. El informe del Gran Poder, protagonista indirecto de la escena, negó el suceso. Un estoque que dejó a la Madrugada herida de muerte.

Veinte años que han dado para mucho; para seguir hablando de aquello, para analizar lo sucedido, para escribir novelas y para recordar un hecho repleto aún de misterios que ha llenado hojas de periódico y horas de televisión y radio durante estas dos décadas. Una Madrugada que cambió para siempre el rumbo de una Semana Santa que se adentraba en el tercer milenio. Hoy, dos décadas después, una pandemia ha dejado a España sin procesiones y con la población mundial confinada en sus hogares durante semanas.

ABC

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