Aunque en Córdoba no se ha hecho oficial todavía, está más que asumido que este año no habrá procesiones en las calles. Está asumido que este año la cruz de guía de la hermandad de la Borriquita no estará presta en la puerta de san Lorenzo en una radiante mañana de Domingo de Ramos. Está asumido que será imposible volverse a embriagar de emoción y belleza, de la cera y el aroma del azahar, del incienso y las marchas, de la grandiosidad de los pasos en la calle.
Ante este panorama, el obispo, de manos de la Agrupación de Cofradías, una vez más a abrazado a las cofradías y las ha invitado a participar en un acto litúrgico conjunto en la Catedral. Sí, en la Catedral, donde las cofradías tienen que estar en Semana Santa. Está muy bien que cada hermandad organice actos en sus templos, pero no es necesario recordar que el día tiene 24 horas, por lo cual hay tiempo más que suficiente para celebrar ese acto simbólico en el primer templo de la diócesis y a su vez mantener un programa en los respectivos templos. Un acto que vendría a poner de relieve la madurez de las cofradías, que más allá de sacar los pasos a la calle mantienen su estación de penitencia ante el Santísimo en la Catedral, sin duda, el verdadero sentido de salir a la calle en Semana Santa.
El próximo domingo las hermandades cordobesas están llamadas a una reunión de la Agrupación de Hermandades y Cofradías para sugerir una alternativa a la Semana Santa en la calle o para apoyar este acto que propone el máximo ente cofrade avalado por el obispo de la diócesis. Sencillamente, es este el momento de demostrar, como ya se hizo con el traslado de la carrera oficial a la Catedral, la coherencia y, sobre todo, la madurez de las cofradías, que sin duda se mide apoyando actos como este, no con una ejemplar puesta en escena en la calle