El Cristo de la Universidad (Córdoba), obra del escultor Juan Manuel Miñarro del 2010, presenta un físico inspirado en el Hombre de la Sábana Santa de Turín, por lo que para su ejecución se contó con numerosos detalles anatómicos supervisados incluso por equipos médicos.
La imagen tiene el aspecto de un fallecido una hora antes, con el vientre inflamado e Incluso puede apreciarse la arena incrustada (traída de Tierra Santa) en las heridas de las rodillas, fruto de las tres caídas que sufrió en el camino al Gólgota.
Los clavos están clavados en las muñecas, tal como se hacían en las crucifixiones, lo que provoca que los pulgares estén doblados hacia las palmas, y la sangre que mana de las heridas es la producida antes y después de la muerte.
En las heridas de los latigazos se puede apreciar las marcas dejadas por las bolas de metal que tenían los látigos en los extremos.
La tablilla sobre la cruz, que con gesto despectivo y de burla proclamaba su condición de Rey de los judíos, está escrita en latín, griego y arameo.