Las cofradías del Jueves Santo se encuentran inmersas en pleno proceso de asimilación y debate de la propuesta que recibieron esta semana de manos de la Comisión de Horarios e Itinerarios de la Agrupación de Cofradías con el objetivo de lograr un encaje adecuado de la jornada y evitar los conflictos, parones y retrasos surgidos en anteriores ediciones de la Semana Santa. Para que el planteamiento salga adelante, las hermandades deberían aceptar una permuta de posiciones que alteraría sustancialmente el día, aunque con la implantación del nuevo recorrido oficial en 2019 el Jueves ya fue uno de los días que supo aceptar cambios de mayor calado. Pero además, el éxito de la proposición se fía a que la Esperanza desista de recorrer El Perchel en su itinerario de ida al Centro, y que lo haga, si quiere, de recogida. La archicofradía, sin embargo, no contemplaría esa opción bajo ningún concepto.
El hermano mayor de la Esperanza, Sergio Morales, insiste en que la procesión ha de mantener en su recorrido el dédalo callejero aledaño al Llano de Doña Trinidad antes de salir a Mármoles y el puente de la Aurora en vez de ingresar por el Mercado de Atarazanas y la plaza de Camas. Se trata de un entorno que la cofradía utiliza desde 2022 y que se ha revelado como muy propicio para que “la gente se puede acercar a ver las imágenes a una hora razonable”, señala Morales. La propuesta de la Agrupación supondría además alargar demasiado el recorrido en tiempo, por lo tanto, no convence a la junta esperancista que, sin embargo, entre otras opciones que está barajando y que el hermano mayor no quiere desvelar, ofrece la posibilidad de, manteniendo el itinerario del 2023, comprimir al máximo su procesión en las calles Cisneros y Especerías antes de acceder a la plaza de la Constitución, para dejar vía libre a la salida de Mena desde la Tribuna de los Pobres, en su camino de regreso a su casa hermandad.
Es un esfuerzo que la Esperanza, en principio, sería capaz de asumir y entiende que es técnicamente factible. De hecho, ya lo habría hecho en años anteriores. Solo requeriría que Mena disminuyera su tiempo de desplazamiento. “He hablado con Antonio de la Morena, su hermano mayor, y hemos quedado en sentarnos”, informa Morales.
Precisamente la congregación puede que sea la que debería asumir un cambio más drástico para solucionar, sobre el papel, los horarios del Jueves Santo, según el planteamiento puesto encima de la mesa por la comisión, que según ha podido conocer este periódico, no es muy del agrado de los cofrades del Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Soledad
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