Las cofradías se confinan a la espera de un otoño «extraordinario»

Cara y cruz. El año 2021 es como una moneda al aire con el haz y el envés. Los próximos meses serán tristes, se vivirán en la intimidad de los templos, no habrá cofradías en las calles y el panorama es lúgubre para las hermandades, a nivel social y económico, ya que no habrá ingresos por la carrera oficial por segundo año consecutivo. Sin embargo, si la recién estrenada campaña de vacunación resulta efectiva y como se anuncia a mediados de año se puede recuperar una relativa normalidad, ya se proyecta un otoño de esperanza con procesiones en las calles. Nadie garantiza este segundo escenario, por lo que más allá de algunos aniversarios cerrados de las hermandades, no existe ningún proyecto en firme sobre la mesa amén de conversaciones oficiosas que devuelva la luz a un nuevo año sin la Semana Santa multitudinaria que conocemos.

En los próximos días se terminará de perfilar el programa de actos que está preparando el Consejo de Cofradías para la Cuaresma y la Semana Santa, después de que el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, decretara la suspensión de las estaciones de penitencia y demás cultos externos el pasado día 29. El prelado ha querido dejar este asunto por zanjado antes del anuncio de su sucesor, algo que es inminente.

Así, a lo largo de la Cuaresma se celebrará el tradicional Vía Crucis —con el Cristo de la Corona en el interior de la Catedral sin traslados— y el Pregón de la Semana Santa, que este año será una antología con los mejores que se han pronunciado en los últimos 30 años. Además, la entidad de la calle San Gregorio ha anunciado una gran exposición en la sede de Cajasol, así como y conciertos de música procesional en grandes auditorios de la ciudad.

Para la Semana Santa se prevé que las iglesias permanezcan abiertas para la visita de los fieles, aunque no se ha concretado si las imágenes se presentarán en altares especiales, se expondrán cerca de los fieles o se colocarán en sus pasos, algo que quedará a criterio de cada una. La Catedral sólo acogerá la celebración del Triduo Sacro y no habrá ningún acto extraordinario.

Más incertidumbre hay en torno al Corpus Christi y la romería del Rocío, cuyas fechas coincidirán con la vacunación masiva, si se cumple el calendario avanzado por las autoridades sanitarias. En este segundo caso, cabe recordar que la Blanca Paloma continúa en Almonte y que de cara al Rocío Chico, si fuera posible, podría regresar a la aldea, algo que esperan los devotos y también los negocios de la zona.

Luz para el otoño

Para junio estaba prevista la procesión extraordinaria de la Virgen de la Candelaria con motivo del centenario fundacional de la hermandad. Aunque no se ha hecho oficial, la corporación pospondrá la salida hasta el otoño para ganar tiempo. Junto a la dolorosa de San Nicolás, sobre la mesa del Arzobispado hay hasta cuatro peticiones de procesiones. Entre ellas se encuentra la Virgen del Refugio de San Bernardo (por los fastos del 75 aniversario de la concesión del título de «mariana» a la ciudad), el Resucitado (por el 50 aniversario fundacional) o la Pastora de Capuchinos (centenario de la coronación).

Además, Santa Genoveva está inmersa en la celebración de sus bodas de platino y está en el aire una posible procesión una vez descartada la misión del Cautivo en el cercano barrio del Polígono Sur, siguiendo la estela del Gran Poder, que también dejó para más adelante el traslado a Tres Barrios cuando la pandemia fuera ya un triste recuerdo.

Sin embargo, si hay una efeméride que plantea un escenario de esperanza para los próximos meses en cuanto a la religiosidad popular es el 75 aniversario del patronazgo de la Virgen de los Reyes. Además de la procesión del 15 de agosto, sobre la que se abren perspectivas algo más realistas, desde algunos sectores se recuerda que en 1946 se celebró una gran procesión con las imágenes marianas más importantes de la ciudad (la Macarena, la Amargura, la Virgen del Valle…).

Independientemente del contexto y del interés que muestren las hermandades en su momento, todo va a depender de la cintura que tenga el nuevo arzobispo que llegue a la diócesis en las próximas semanas. Quién sabe si con él llegarán otras esperanzas…

abc

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