Las claves municipales para la Semana Santa de Cádiz

Las grandes celebraciones de las ciudades intentan avanzar en su organización en medio del complicado mar que supone la epidemia del Covid y que impide hacer planes a medio o largo plazo por lo cambiante de la situación cada pocos días. Sus organizadores se afanan por intentar adaptar esos eventos a las circunstancias que pueden imperar entonces, o que marcan hoy la actividad ciudadana. Así se trabaja de cara a la Semana Santa, cuyo desarrollo sigue siendo una incertidumbre a falta ya de 79 días para el Viernes de Dolores.

Hace unos días era la Junta de Andalucía la que, por medio de su vicepresidente, Juan Marín, avanzaba la posibilidad de establecer una Semana Santa que discurriera por calles amplias y avenidas, alterando notablemente los itinerarios habituales. Pero en el Ayuntamiento de Cádiz tienen, a día de hoy, otros planes para hacer compatible la salida de las cofradías a la calle con las medidas sanitarias que eviten una nueva oleada de contagios.

Varias son las medidas que el Consistorio ha trasladado al Consejo de Hermandades, en la última de las reuniones periódicas que vienen manteniendo para configurar ese regreso de la Semana Santa a las calles tres años después; pero las principales se pueden resumir en tres: ampliar la carrera oficial, aforar un tramo de la calle Santiago, e instalar aparatos de aireación bajo los pasos.

Respecto a la carrera oficial, ha descartado el Ayuntamiento la posibilidad de que hubiera que buscarle otro emplazamiento o que finalizara este año en la Catedral para evitar el recorrido por calles más estrechas como Santiago, Montañés o Novena. En lugar de eso, la propuesta municipal pasa por ampliar el recorrido actual como medida que propiciaría una mejor distribución de las sillas para abonados y usuarios, al mismo tiempo que se considera que así se evitarían aglomeraciones (cuanto mayor es el círculo que engloba el recorrido oficial de las cofradías, más se reparte el público por el centro de la ciudad).

La posibilidad de aforar calles era otra de las cuestiones que el Consejo estaba planteando a raíz de las declaraciones de Juan Marín. Y desde el Ayuntamiento se ha reconocido que en la actualidad se sigue trabajando con la idea de cerrar al público un tramo de la calle Santiago (desde Barrocal hasta Candelaria, aunque hay que tener en cuenta que ya en la actualidad no hay público a partir de Villalobos, en el popularmente conocido como túnel), para evitar la presencia de personas excesivamente pegadas a los cortejos y a los pasos procesionales dado la estrechez de la calle. Para el resto de la carrera oficial y más aún de los itinerarios particulares de cada hermandad no se considera necesario establecer aforamiento alguno.

La aireación de los pasos, por su parte, es una medida que también plantea el Ayuntamiento y que iría dirigida, en este caso, a procurar la garantía sanitaria de las cuadrillas de cargadores. Recientemente una hermandad de Jerez, la Yedra, habilitaba con ocasión de la salida extraordinaria de su Dolorosa un aparato de estas características, lo que abre el camino a que esta medida se pueda implantar en prácticamente todos los pasos para procurar la circulación del aire bajo los palos.

No obstante, el Consejo plantea la posibilidad de que en lugar de colocar ese aparato de aireación los pasos transiten por las calles con los faldones recogidos; una opción mucho menos estética y también menos válida, pero que no necesitaría la inversión que sí requiere ese aparato, que además puede restar sitio para cargadores debajo del paso.

En relación al mundo de la carga, para la Semana Santa de 2022 se plantea disponer un único punto posible en carrera oficial que se habilitaría expresamente para el relevo de cargadores, de manera que se evite la concentración de cuadrillas o la aglomeración que se genera entre el público, la cuadrilla entrante y la cuadrilla saliente. De hecho, se contempla la salida de la Catedral, en Arquitecto Acero, como mejor opción.

Además de estos puntos, el Ayuntamiento ha anotado la necesidad de exigir la pauta de vacunación completa a los integrantes del cortejo, así como garantizar su estado de salud mediante la realización de test de antígenos o incluso PCR; algo que en el caso de las cuadrillas habría que repetir en cada ensayo, en el traslado de los pasos o en los llamados movimientos (que se realizan con los pasos completamente dispuestos en el interior de los templos días antes de la salida para garantizar que todo está correctamente colocado y sujetado), además del día de la salida.

Para esto último ya ha avanzado el Consejo unas negociaciones para garantizar el suministro de los centenares de test que a priori necesitarán las cofradías, y de hacerlo además a precios lo más ventajosos posible.

La señalización de las medidas que estén en vigor en esos días de abril a lo largo de la carrera oficial, especialmente en lo que la mascarilla, el distanciamiento interpersonal y la higiene de manos se refiere, o la ampliación de la vigilancia y la seguridad son otras de las medidas en las que trabaja el Ayuntamiento de cara a la cada vez más cercana Semana Santa, en la que también habrá un refuerzo del dispositivo sanitario.

“De momento todo son recomendaciones, no hay prohibiciones o limitaciones de ninguna clase”, traslada el presidente del Consejo, Juan Carlos Jurado, que anuncia que el próximo 10 de febrero está previsto un nuevo encuentro para seguir concretando medidas y avanzando de cara a esa Semana Santa que lucha entre la normalidad conocida hasta 2019 y el escenario al que obliga el Covid en los tiempos actuales.

DiariodeCádiz

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