Multitudinario reencuentro con las procesiones en Málaga

Tras el prólogo que supuso el traslado de la Virgen de la Victoria el pasado sábado desde la Catedral a su santuario, Málaga se ha reencontrado definitivamente este domingo con las procesiones tras un año y medio de pandemia sin imágenes en las calles. Los traslados de 13 Cristos y Vírgenes a la Catedral, para protagonizar desde el próximo martes una exposición con motivo del centenario de la Agrupación de Cofradías, han supuesto para miles de malagueños un oasis tras un desierto de cultos en la vía pública que por fin parece quedar atrás, después de que el Obispado haya levantado esta semana el decreto que los prohibía.

A pesar de lo intempestivo del horario, ya que la mayor parte de los traslados han comenzado en torno a las seis de la mañana, numeroso público ha acompañado a los sagrados titulares por las calles de la ciudad. 567 días después de que una imagen de pasión, en concreto, la Dolorosa de Guadalupe de la parroquia de Santa Ana y San Joaquín del barrio de Nueva Málaga, pisara la calle para presidir el ejercicio de un vía crucis, los cofrades de las corporaciones de la Semana Santa han podido ver salir en procesión a algunas de sus grandes devociones.

Eso sí, la reanudación del culto público en el orbe ‘semanasantero’ se ha producido este domingo de una manera discreta y prudente, conforme a las condiciones sanitarias del momento. El uso de la mascarilla se ha impuesto tanto dentro como fuera de los cortejos, y los portadores, repartidos en varios turnos, han tenido que presentar un certificado de vacunación para poder llevar las andas.

Ni el temprano horario ni la inusual puesta en escena, con un reducido cortejo desprovisto de insignias, salvo la cruz guía, sin música, por el camino más corto y con andas como elemento de transporte de las imágenes –premisas impuestas por el Obispado–, han mermado el interés de miles de personas que se han echado a la calle para asistir a este acontecimiento.

Ha sido un Domingo de Pasión o de traslados concentrado en apenas dos horas pero con un ambiente muy distinto marcado por el recogimiento y el silencio que se ha hecho presente en la mayor parte de los recorridos. Tan solo los aplausos y los vivas que han recibido en varias ocasiones imágenes tan populares como Jesús Cautivo, la Virgen del Rocío o el Cristo de la Misericordia han roto el clima de solemnidad con el que se han vivido estos esperados traslados.

El público se ha movido de un sitio a otro en busca del mejor punto para ver a las imágenes, pero no ha habido una excesiva aglomeración de personas, a excepción de las calles del entorno de la Catedral en las que han confluido los cortejos. Como se esperaba, la Policía Local ha limitado el aforo de vías como Duque de la Victoria, Santa María y Císter ante la acumulación de personas. Asimismo, ha reservado vías de evacuación para los integrantes de los cortejos y emergencias. Dos personas han necesitado ser atendidas en el patio de los Naranjos al sentirse indispuestas, posiblemente por una bajada de tensión, según apuntaron efectivos de Protección Civil.

No obstante, apenas si se han registrado incidencias de relevancia en el dispositivo especial de Policía Local, Cuerpo Nacional de Policía y voluntarios de Protección Civil activado para este evento, que ha estado protagonizado por ocho tallas de Cristo –Jesús Cautivo, la Puente del Cedrón, Viñeros, Misericordia y Redentor del Mundo, y los Crucificados de la Agonía, Amor y de los Milagros–, cuatro de Virgen –Rocío, Reina de los Cielos, Servitas y Soledad de San Pablo– y el grupo escultórico de la Piedad.

La primera de las tallas en echarse a la calle desde el templo donde recibe culto ha sido el Nazareno Redentor del Mundo, de la Hermandad de la Mediadora, que lo ha hecho desde la parroquia de la Encarnación (Ave María) a las cinco menos cuarto de la madrugada, debido a la gran distancia que separa el barrio de las Delicias del Centro Histórico. La obra del imaginero José Antonio Navarro Arteaga no portaba la cruz, en este caso, sino que llevaba las manos montadas, a modo de Cautivo. Sin embargo, ha sido el Señor de la Puente, de la Cofradía de la Paloma, la primera imagen que ha accedido a la Catedral. Luego le han seguido la Virgen Reina de los Cielos, titular de la Agrupación de Cofradías; el Nazareno de Viñeros; el Cristo de la Agonía; la Piedad; la Dolorosa de Servitas (con una estampa inédita en las calles al vestir el terno bordado en oro sobre terciopelo negro); el Crucificado del Amor; la Virgen del Rocío; el Cristo de la Misericordia –El Chiquito–; el Redentor del Mundo; el Cristo de los Milagros; la Soledad de San Pablo; y, por último, Jesús Cautivo, al que han seguido más de un centenar de personas como promesa.

Una hora antes de que el Señor de Málaga saliera a la calle ya había personas esperando en la plaza de San Pablo. Ha sido una de las imágenes más aclamadas por el público, junto con la Virgen del Rocío, que ha sido recibida a su salida de San Lázaro por una salva de cohetes y romero extendido en el suelo. La Novia de Málaga ha lucido una estética que ha recordado la que presentaba en la mitad del pasado siglo, con el pelo más suelto y tocada de una forma más simple por su tradicional mantilla blanca.

Incluso la saeta ha estado presente en esta singular mañana de procesiones, de la mano del cantaor Bonela Hijo, que ha lanzado este rezo en forma de cante a la imagen del Nazareno de Viñeros cuando se encontraba en la plaza del Carbón. En este punto, Jesús Cautivo ha recibido una lluvia de pétalos de flores.

Finalmente, se ha producido un cierto retraso en el discurrir de los cortejos respecto al horario previsto por la Agrupación de Cofradías. Entre los de Viñeros y del Cristo de la Agonía, de la Hermandad de las Penas, se ha producido un parón. Asimismo, Jesús Cautivo, la última de las imágenes en entrar en la Catedral, lo ha hecho a las nueve menos veinte de la mañana, cuando estaba previsto que lo hiciera a las ocho. Tras su salida, el cortejo de esta cofradía trinitaria tuvo que esperar para acceder a la calle Mármoles a que pasara previamente el del Cristo de los Milagros de Zamarrilla, que lo hizo con algo de retraso.

A su llegada a la Catedral, las imágenes han sido recibidas por el vicario general, Antonio Coronado; el delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, Salvador Guerrero; el deán de la Catedral, Antonio Aguilera; y otros miembros del Cabildo Catedralicio.

DiarioSur

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